Natacha cree que Burlando está detrás de su despido Natacha cree que Burlando está detrás de su despido
"No puedo más, no puedo. La presión me quedó por el piso, imaginate. Viví una tensión muy grande", sostuvo Natacha Jaitt, al salir de la clínica adonde estuvo internada durante varias horas.
Lo que sucedió fue que el martes por la noche, la mediática llegó al edificio de radio Mega como todos los días para conducir "El Ascensor", el ciclo que lideraba por esa emisora (FM 98.3), pero no la dejaron entrar. "Me prohibieron la entrada, estaba la puerta cerrada con llave y nunca me quiso abrir el de seguridad", aseguró a Clarín.
Con la voz cargada de bronca, remarcó una y otra vez que ella es "una laburante" y el "sostén de familia". Y afirmó, aunque los rumores del final de su programa ya estaban instalados, que ella "no tenía idea de nada" de lo que iba a pasar.
Así, calmada pero triste y enojada por el abrupto desenlace, Jaitt contó: "A la tarde, antes de ir a trabajar, leí cosas raras en Twitter. Leí que me empezaban a chiflar mis seguidores cosas como ‘Natacha con las patitas en la calle’. Dije: ¿Perdón? ¿De qué están hablando?".
Y continuó: "El Ascensor es mío, no soy empleada de un programa de ellos. Por lo tanto yo tengo un contrato de 3 años con Mega en el que las dos partes tenemos la posibilidad de rescindirlo en caso de que bla, bla, bla..".
Desde su óptica, los que estuvieron "en incumplimiento" fueron los directivos de la Mega. "Me hicieron la vida imposible. Le dieron vía libre como al estúpido este, el descerebrado, ¿cómo se llama el bobo? ¡Baby Etchecopar! La Negra Vernaci también habló mal de mí. Esas son cosas prohibidas dentro de la lógica de una empresa. No podés criticar a tus compañeros", dijo.
También explicó que, pese a los temas subidos de tono, nunca tuvo que pagar una multa.
"Hice el traspaso hace 7 meses, desde radio Belgrano. Yo nunca dejé de tener mi programa. Sólo traspasé de radio, de dial. Me pasé en el verano. Me quedaban dos años y pico, claro. Igual acá lo peor es que no hubo un aviso, un preaviso, una carta documento ni una reunión. Absolutamente nada. Se me denegó la entrada al trabajo", señaló.
Como ya había leído algunos mensajes en Twitter que le resultaban extraños, le pidió a su hermano Ulises que la acompañara. Efectivamente, cuando llegaron encontraron cerrada la puerta de la radio.
"El de seguridad me dijo que le habían avisado por mail. Traté de calmarme. ¿Qué voy a hacer, romper todo? No, no es mi estilo. Volví a casa, y ahí me empecé a sentir mal. Me bajó la presión. Yo estaba con mis hijos. Le pedí a Ulises que se quede con ellos. Fui al hospital y quedé con la presión en el piso. Hasta que se levantara no me dejaron salir. Me dieron tres bolsas de suero, tenía vómitos", recordó.
Natacha planea ahora el contraataque. "Se viene la carta documento, se vendrá el juicio. Será millonario, seguramente. Desarmarán Mega, todo, se caerá el edificio. Esto no es una pavada. Además, de las cuestiones de salud tengo todos los papeles en la mano", enfatizó.
Y compartió su hipótesis. "Para mí tiene que ver Fernando Burlando (abogado de los Latorre).
Acá hay una corrupción, hay un dinero. Acá alguien pagó. Dijo: ‘¿Cuánto sale sacarse de encima a esta hija de p...?’. Yo tengo pautas mías, personales, a las que ahora tengo que darle una explicación. ¿Ahora qué hago? Para mí acá alguien puso la plata. Pusieron un valor para sacarme. ¿Cómo te van a dejar sin trabajo a las 12 de la noche? Por un e-mail que le mandaron al de seguridad, es como que te eche la que limpia, sin desmerecer el puesto, pero no corresponde. Podrían haberme llamado, decirme ‘tenemos que hablar’. Pero no. Por eso creo que hay una mano negra, bien negra".