“Siete de cada cien niños tienen presión arterial en nuestro país” “Siete de cada cien niños tienen presión arterial en nuestro país”
Las patologías que hoy vemos
emergentes empiezan en la infancia
y algunas intraútero. En lo
que refiere a la hipertensión
infantil tenemos
que ver qué control o
seguimiento se realizan
durante el embarazo
y después
del nacimiento.
Por ejemplo, en los
niños tenemos alta
población de prematuros
y retardo
del crecimiento intrauterino,
es decir de
chicos invadidos en accesos
venosos con medicación
que puede dañar los riñones
y, que a su vez, puede provocar una
hipertensión.
En Pediatría la prevención, el
diagnostico precoz y el seguimiento
son fundamentales, si no vamos por
detrás de la patología y llegamos
muy tarde. Hay consensos, pero no
siempre son aplicados.
En este caso
el control el consenso de la presión
arterial en el consultorio pediátrico
no se discute: no puede faltar un
tensiómetro indicado para la edad
pediátrica y debe haber gente que
sepa tomar la presión arterial a niños,
es decir médicos o enfermeras
con técnica.
Hay que tener en cuenta que
existe la “presión de guardapolvo
blanco” porque se registra una presión
alta en el consultorio, por los
nervios del niño, pero después no
tiene más.
CAUSAS
Las causas de la hipertensión en
niños pueden ser por patologías a
nivel cardiovascular, malformaciones
renounilaterales, ya que el riñón
es el que maneja muchas hormonas
que regulan nuestra tensión
arterial a expensas del manejo
de potasio y magnesio. La mayoría
puede tener tratamiento médico de
hormonas o con medicamentos cardiovasculares,
pero otras son de seguimiento.
Si un niño no tiene un
seguimiento, en su futuro seguirá
con su patología y en algunos casos,
aunque esté bien tratado se termina
perjudicando igual a un riñón y ese
paciente a corto o largo plazo tendrá
hipertensión.
Muchas veces intraútero puede
venir un paciente que con poco liquido
y ahí ya se tiene que sospechar,
porque que tenga poco liquido
significa que no está orinando.
El liquido amitótico se forma porque
el bebé traga y orina, entonces
si hay mucho liquido quiere decir
que no está tragando, algo a nivel
gastrointestinal está pasando, y
hay poco líquido es porque no orina.
Entonces hay que prestar más
atención y para saber eso se le hace
un electrocardiograma fetal, que ya
es un protocolo.
Uno como médico tiene que interrogar
a la mamá cuando llega un
bebé al consultorio, preguntar
cómo ha sido el embarazo
y cómo es la alimentación
de la madre. El
examen físico es fundamental,
también
el seguimiento de
los niños en los primeros
meses de la
vida y en los niños
más grandes a partir
de los tres años
se puede hacer una
buena toma de presión.
El pediatra no ve sólo al
niño, sino a la familia. Porque si
viene la criatura con padres obesos
o interrogo antecedente de muerte
súbita en la familia o de hipertensos,
o si el abuelo diabético, por
ejemplo, tengo que prestar atención.
El niño no puede tener nada,
pero puede tenerlo por el mal hábito,
porque le dan mala calidad de
vida y por el sedentarismo.
HáBITOS SALUDABLES
Muchas veces tenemos que enseñarles
a los papás a cocinar en el
consultorio, a no utilizar conservantes
ni el salero en la mesa, por
ejemplo. Se cree que el niño tiene
que comer y comer, para que sea
un gordito divino y necesariamente
tiene que ser así.
El niño sabe hasta dónde comer.
A los tres meses tiene que sostener
la cabeza, a los seis meses sentarse
y si vamos por los ocho meses y no
se sienta puede ser que esté con sobrepeso.
Y quizás se diagnostica retardo
motor, estimulación temprana
y no vemos estas cosas lógicas.
No solamente es importante el
diagnostico de presión arterial que
tiene su método especial en niños,
sino también debemos prevenir
a que lleguen a eso. Sabemos
que nuestra población pediátrica ha
crecido muchísimo, porque de cada
100 niños 7 tienen presión arterial
en nuestro país.
En la edad escolar se le hace la
toma de presión arterial.
Es difícil
tenerlos tranquilos para hacer la
toma de presión, pero estamos obligados
a hacerlo para la ficha para
el ingreso escolar y certificado de
aptitud física y para presentarla al
club donde hará un deporte.
En cambio, al adolescente hay
que hacerle sí o sí, porque muchas
veces en esta etapa se despiertan la
diabetes, las patologías endocrinológicas,
entre otras.
En el caso que uno detecta la presión
arterial elevada, se debe involucrar
a la familia en la toma de presión.
La familia debe hacerse cargo en su
crecimiento y desarrollo normal, en su
crianza, debe acompañarlo hasta que
el niño empiece a hacerse cargo de sí
mismo.