Invierno y tercera edad: que el frío no impida el ejercicio físico

Sabemos que a medida que envejecemos disminuyen algunas capacidades físicas como la fuerza, la velocidad y la coordinación. Pero este descenso puede verse retardado en las personas que mantengan actividad física adecuadamente programada. Según los especialistas, es importante en esta época reprogramar la actividad física, teniendo en cuenta tres factores fundamentales: la edad, el frío y las enfermedades.

"Siempre se debe tener en cuenta la presencia de alguna enfermedad que pueda limitar determinadas actividades ya sea por la imposibilidad de practicarla como por los riesgos que supongan su realización. Hablamos sobre todo en los adultos mayores. La actividad física debe ser fundamentalmente aeróbica, como caminar, trotar, pedalear y nadar, pero debe estar contenida en un programa de trabajo que integre ejercicios de fuerza, flexibilidad, coordinación", recomendó el Dr. José Stenberg, médico cardiólogo y deportólogo.

El frío y la edad

Asimismo, el especialista informó que "en los meses fríos no significa que no se pueden ejercitar, sólo se debe observar algunas precauciones para evitar aumentar los riesgos por las bajas temperaturas. En este sentido, se puede optar por el horario de mayor temperatura, que en promedio debería ser desde el mediodía hasta las 16 o 17. De otra manera se recomienda realizar ejercicios en ambientes climatizados, donde se puede asistir con al abrigo suficiente y trabajar normalmente".

En este sentido, Stenberg indicó que "otros factores que pueden aumentar el riesgo, es ejercitarse sin controles previos, sin alimentación e hidratación adecuadas, ya que en invierno es frecuente el entreno con exceso de ropa, por tanto la sudoración excesiva que puede llevar a deshidratación y descompensación por labilidad de su sistema circulatorio".

Es aconsejable realizar actividades acompañados de otro adulto que pudiera eventualmente auxiliar. El ejercicio con los cuidados adecuados favorecerá la salud del adulto mayor.