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EL LIBERAL . Santiago

Bulimia, un daño a nuestra autoestima

13/05/2017 21:09 Santiago
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Bulimia, un daño a nuestra autoestima Bulimia, un daño a nuestra autoestima

La bulimia nerviosa es un trastorno

de la conducta alimentaria que consiste

en una falta de control sobre la comida,

con una ingesta de grandes cantidades

de alimentos en un corto periodo

de tiempo (atracones), acompañada por

conductas compensatorias como consumo

excesivo de laxantes o vómitos autoinducidos,

lo que la diferencia de otros

trastornos de la conducta alimentaria

como la anorexia nerviosa. El enfermo

mantiene estas conductas en secreto, por

lo que a veces es difícil que las personas

de su entorno detecten el problema.

La bulimia, junto con la anorexia nerviosa,

constituyen los trastornos de la

conducta alimentaria (TCA) de más rápido

crecimiento en la población joven, caracterizados

por un conjunto de comportamientos

dirigidos a conseguir o mantener

lo que el paciente considera como

peso aceptable, siguiendo unas dietas

totalmente irracionales y con un angustioso

miedo a engordar.Es frecuente

en adolescentes y en el inicio de la edad

adulta, aunque algunos casos pueden

aparecer en la infancia y en mujeres mayores

de 40 años.

Causas

Aunque no se ha conseguido encontrar

una causa orgánica que origine este

trastorno de la conducta alimentaria

(TCA), se cree que existen varios factores

que pueden desencadenar la bulimia

nerviosa. Por un lado, numerosos estudios

científicos localizan genéticamente

el trastorno en el cromosoma 10 de las

personas afectadas, con una alteración

en los niveles o en la actividad de sustancias

neurotransmisoras en ellas (serotonina,

noradrenalina, dopamina). Una

baja autoestima puede conducir a una

excesiva preocupación por el aspecto físico,

lo que lleva a realizar dietas restrictivas,

que no siempre producen los resultados

deseados, alternadas con episodios

de consumo incontrolado de comida,

que provocan un desequilibrio metabólico.

El paciente tiene sentimientos de

culpabilidad a consecuencia del atracón,

y su preocupación por engordar genera

otras conductas como el vómito autoinducido

y el abuso de laxantes.

El enfermo puede sentirse también presionado

por los patrones de belleza considerados

ideales por la sociedad, y por la necesidad

de ser delgado y atractivo para sentirse

aceptado. Experiencias de rechazo social

o un fracaso sentimental pueden hacerle

creer que perder peso es un requisito

indispensable para tener éxito.

El paciente con bulimia oculta sus

atracones y vómitos, y a diferencia del

anoréxico su peso no suele oscilar demasiado,

por lo que es difícil que las personas

de su entorno se den cuenta de su

problema. Hay, no obstante, ciertos signos

que pueden alertar de la presencia

de la enfermedad:

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo para desarrollar

la bulimia destacan:

n Hacer dieta. En algunos casos, al dejar

de ingerir carbohidratos, la persona

se priva de un importante supresor del

apetito, lo que hace que sienta un deseo

incontrolable de comer. Además, las

dietas estrictas pueden afectar a ciertos

neurotransmisores cerebrales como la

serotonina, lo cual predispone a la bulimia.

Este factor dietético en muchas

ocasiones viene precedido de situaciones

de sobrepeso, tendencia a engordar,

siendo este el recurso para iniciar

una conducta bulímica.

n La influencia social. El cine, la televisión,

la publicidad, la moda… transmiten

constantemente mensajes que

indican que es necesario estar delgado

para ser feliz y tener éxito. Para

conseguir ser aceptados socialmente,

cada vez más jóvenes tratan de modificar

su apariencia física, utilizando

métodos que ponen en peligro su salud.

Es una insatisfacción por la imagen

corporal.

n En las personas más vulnerables, problemas

emocionales como el divorcio

de los padres, el fallecimiento de un ser

querido, la sobreprotección familiar, o

antecedentes de depresión y otros trastornos

mentales en la familia, pueden

ser factores desencadenantes de un

desorden alimentario.

n Por otro lado, una excesiva preocupación

por la figura y el peso puede ser un

desencadenante de bulimia, así como la

baja autoestima y el perfeccionismo.

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