Cuando los grandes también se equivocan Cuando los grandes también se equivocan
Es verdad. El insulto de Lionel Messi a los árbitros del partido con Chile estuvo mal y hay que aceptarlo. Las reglas son claras en este sentido y a los argentinos nos cuesta asumir los errores y más cuando creemos que siempre tenemos la razón. Esta vez Messi no la tuvo y tendrá que pagar las consecuencias de sus actos.
Es cierto que es un jugador al que los defensores y volantes lo tienen alquilado para pegarle, pero nada justifica una reacción como la que vio todo el mundo por televisión. Las palabras injuriosas o irrespetuosas también forman parte de las sanciones o castigos en el reglamento de cualquier disciplina que se precie de defender el fair play.
Yo, como muchos, soy fanático del buen fútbol y de la disciplina que debe primar en todos los deportes. Pienso que Leo se excedió bastante en sus reclamos contra Chile y no es muy común en él. Para los que lo vemos jugar siempre, la Pulga no acostumbra a pelearse con los árbitros. Su tarea es otra. La de maravillarnos con su fútbol y sus goles. Una pena que se sienta su ausencia a partir del duelo con Bolivia porque hoy, la Argentina lo necesita más que nunca y porque además el espectáculo pierde un poco la esencia y el espíritu que tiene el deporte más lindo del planeta. Ojalá que sin Messi podamos salir adelante en la temible altura de La Paz.
Por Daniel Vera, editor de Deportes de EL LIBERAL.