La rinitis alérgica y el asma, entre las patologías más comunes que aparecen con el cambio de estación La rinitis alérgica y el asma, entre las patologías más comunes que aparecen con el cambio de estación
La tendencia a desarrollar alergia suele tener una base hereditaria, lo que significa que se puede transmitir de padres a hijos. Cuando un padre es alérgico sus hijos tienen hasta un 40% de posibilidades de padecerla. Si ambos padres son alérgicos las posibilidades de serlo pueden ascender a un 70%. Sin embargo, también es muy importante la epigenética, es decir, el ambiente al que el niño está expuesto y que puede provocar que "se enciendan los genes" relacionados con la alergia.
Los cuadros más comunes son:
Rinitis alérgica. Reacción de las membranas de la mucosa de la nariz después de una exposición a ciertos alérgenos como el polvo o el polen. En ocasiones puede acompañarse de síntomas asmáticos.
Asma. Puede ser producido por alérgenos como ácaros, pólenes, epitelios de animales, hongos o alimentos. Es la clase de asma más frecuente.
Alergias a mascotas. De igual manera que en el caso de los ácaros y los hongos, el descenso de las temperaturas hace que nos quedemos más tiempo en casa, y que por eso sea más probable que aparezcan alergias a la caspa de nuestras mascotas.
Dermatitis atópica. El otoño en sí mismo no tiene por qué empeorar los síntomas, pero el regreso a la ciudad después del verano, el uso de lana o el frío entre otros factores puede hacer que la piel se descame e irrite.
Vale indicar también que tanto en sitios cerrados los alérgenos pueden encontrarse en distintos objetos. Por ejemplo en alfombras, colchones, sábanas, cortinas, peluches y ropa húmeda. Otros alérgenos frecuentes son el polen que puede ingresar desde el exterior y el epitelio de los animales (la caspa de las mascotas), que puede encontrarse en muebles, sillones, camas y cortinas.