El cadáver del intendente catamarqueño fue hallado a 20 kilómetros de donde desapareció

PERCHIL BAJO, San Martín, por corresponsalía Loreto ¸. Con las primeras luces del día jueves comenzó la tercera jornada de búsqueda del intendente de Ancasti, Antonio Córdoba, de la que participaban más de 150 personas y a las que se sumaron, drones, piraguas, perros adiestrados para rastreo en agua y un helicóptero. Habían pasado dos horas del intenso trabajo cuando se conoció la noticia que derribó todas las esperanzas, un poblador de esta localidad que se disponía a ingresar al río, descubrió el cuerpo flotando y enganchado en una rama.

"El desafortunado pescador fue arrastrado por la corriente 20 kilómetros aguas abajo, una situación poco común en accidentes de esta naturaleza", expresó el jefe del GER (Grupo Especial de Rescate) comisario Abdala.

Cuando la noticia se conoció en el centro de operaciones montado en cercanías de Villa Nueva, muchos de los amigos y familiares de Córdoba rompieron en llanto; superado el impacto, todos los presentes se trasladaron hasta el lugar del hallazgo. Cuando llegaron a la localidad de Perchil Bajo, la unidad de traslado de los Bomberos Voluntarios de Loreto ya había partido a la ciudad de Loreto.

En el hospital loretano se repitieron las escenas de profundo dramatismo. La difícil tarea de reconocer el cadáver estuvo a cargo de sus hermanos Marquesa y Ramón Córdoba, este último antes de salir del predio del centro de salud sostuvo: "Este es un momento muy difícil de mi vida, pero quiero agradecer a la Policía, a los Bomberos, a Defensa Civil, a todos los que se movilizaron en la búsqueda de mi hermano y, en especial, a todas las personas que llegaron desde Catamarca; les estaré eternamente agradecido".

El cuerpo de Antonio Córdoba (53), quien en vida se desempeñaba como intendente de la ciudad de Ancasti, Catamarca, fue trasladado hasta la Morgue Judicial en el hospital Independencia de ciudad capital, donde por orden de la fiscal que trabaja en la causa, Dra. Celia Mussi, se le debía practicar la autopsia con el fin de determinar fehacientemente la causa de su deceso.

El jefe comunal de Ancasti estuvo casi 72 horas desaparecido en las aguas del Dulce, después de ser arrastrado por la corriente el mediodía del martes, cuando pescaba con amigos en el paraje Tuscayoj, departamento Loreto. Su familia aguardaba anoche sus restos para darle el último adiós.