Cómo se presentan las lesiones que provoca el virus del papiloma humano Cómo se presentan las lesiones que provoca el virus del papiloma humano
El VPH se transmite por contacto sexual. Es un virus de fácil transmisión, y es muy común. Se estima que 4 de cada 5 personas (es decir, el 80%) van a contraer uno o varios de los tipos de VPH en algún momento de sus vidas.
La gran mayoría de las veces, la infección por VPH se cura sola, de manera espontánea, sobre todo en las mujeres menores de 25 años, sin producir ningún síntoma ni manifestación en el cuerpo. Entre las posibles manifestaciones, los VPH de bajo riesgo oncogénico pueden llegar a producir verrugas en los genitales y/o ano, y los VPH de alto riesgo oncogénico pueden llegar a producir lesiones en el cuello uterino. Pero tener VPH no significa que se vaya a desarrollar una lesión. Se estima que solamente el 5% de las infecciones por VPH no retrogradan solas, y se tornan persistentes. Sólo si la infección persiste por muchos años, (se calcula de 5 a 10 años), los VPH de alto riesgo oncogénico pueden causar lesiones en el cuello del útero de la mujer que pueden evolucionar al cáncer.
¿Cómo se presentan las lesiones?
La mayoría de los varones infectados por HPV son asintomáticos. La manifestación de la infección son los condilomas acuminados o verrugas genitales que se presentan como lesiones planas o sobreelevadas, rosadas, húmedas y de forma irregular.
Pueden ser únicas o múltiples y de diferentes tamaños.
Las lesiones verrugosas sobre los genitales se reconocen fácilmente.
Ante una lesión sospechosa con diagnóstico dudoso, siempre es recomendable realizar una biopsia de la lesión.
En las mujeres, las lesiones en el cuello del útero se pueden detectar a través del Papanicolaou, o Pap.
El PAP es una prueba sencilla que no produce dolor y dura sólo unos minutos.
Si el resultado del PAP es negativo, significa que no se detectaron lesiones en el cuello del útero. Las células están sanas.








