Un psicólogo colombiano llegó en bici a Santiago para recuperar jóvenes adictos Un psicólogo colombiano llegó en bici a Santiago para recuperar jóvenes adictos
Obed Marín es un psicólogo colombiano que recorre Sudamérica en bicicleta con el objetivo de recuperar a los jóvenes de la droga y dar un mensaje de esperanza. Antes había recorrido Colombia y Venezuela, pero salió en octubre desde Pereira, su ciudad natal, para llegar a nuestras tierras a brindar a los jóvenes un ejemplo de esfuerzo y vida saludable.
Pasó por la frontera de Perú y Chile, donde conoció a unos ciclistas argentinos, quienes le comentaron que tenían amigos en Santiago del Estero. Así llegó a nuestra provincia, para descansar unos días de su gira, y seguir recorriendo el país y luego pasar a Uruguay.
"Hago un viaje en bicicleta por varios objetivos. El principal es implementar un programa de enseñanza-aprendizaje a través del ejemplo. Nosotros a través de mucho tiempo hemos utilizado la palabra como medio para convencer al joven del cambio de actitud frente a las drogas, pero no ha dado excelentes resultados", dijo Obed a EL LIBERAL.
"Mientras que la palabra mueve, el ejemplo arrastra; entonces a través del ejemplo, como psicólogo empiezo a generar una idea nueva en el adicto, un modelo de identificación a seguir", añadió.
Asimismo, el psicólogo remarcó que "los adictos cuando se inician en el consumo tienen modelos de identificación negativos, ya sea un compañero de estudio, un familiar o un famoso; siempre con la curiosidad de saber qué sienta la persona que consume. Para la recuperación se requieren modelos de identificación positivos que trabajen, no que estén en la zona de confort, que salgan a brindar ejemplo, porque todos los objetivos de la vida requieren esfuerzos físicos y mentales".
Desde el jueves está en nuestra provincia, descansa en la ciudad de La Banda para evitar la fatiga muscular y continuar el martes su recorrido por la ruta 34.
Obed es director del programa de recuperación y representante legal de la Fundación Despertares Humanos en Pereira, donde ayuda a los jóvenes y todas las personas con problemas de adicciones.
"Los que no quieren cambiar la terapia es para la familia. El adicto que no quiere cambiar tiene tres destinos fijos: el hospital, la cárcel o el cementerio. Muchos llegan primero al cementerio", rescató Obed. Además, puso énfasis en que "educar a través del ejemplo es lo mejor que puede hacer el ser humano. Debemos ser personas íntegras, dar buen ejemplo de lo que decimos".
Por último instó a trabajar en la prevención en las escuelas para que los chicos le digan no a las drogas.