El regreso del celular con tapita

Entre otras cuestiones, los años 90 son recordados por las hombreras de Sergio Denis, referente de la canción melódica, "quiero amarte y estar un poco loco". Y por la expansión de los teléfonos celulares, que parecían ladrillos o venían con tapa o antenita. Por estos días, aquellos aparatos están de regreso. Son, como se dice, los modelos vintage. ¿A qué se debe este incipiente fervor por lo retro? A la necesidad de “volver a lo básico” y dejar de estar “hiperconectados”.

En Mercado Libre, una de las páginas más visitadas de compraventa online, se ofrecen varios de estos dispositivos con los que no se puede whatsappear, twittear o instagramear: el Nokia 2110, el Motorola Tango E, el Samsung SPH N100 y el Movicom Audiovox.

También, el catálogo incluye una pieza de culto para los coleccionistas, el Motorola Dynatac 8000X, que mantiene su encanto aunque para transportarlo sea necesario recurrir a una carretilla.

En Alamaula, otro de los sitios de estas características, Belén, que vive en Capital, vende su Nokia 1100. “Lo usé durante tres años”, le cuenta a Clarín con cierta nostalgia. “Y cuando dejó de funcionar, lo seguí usando pero como despertador. Eso sí, lo vendo porque tiene arreglo. ¡Y a muy buen precio!”.

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Inés, traductora de francés, de Barrio Norte, y al borde del surmenage de tanto estar pendiente de las redes sociales, quiere dejar de usar su teléfono modelo 2016 y volver a su viejo y querido Star Tac. “Antes, cuando viajaba en colectivo, leía literatura. Y ahora pierdo el tiempo en Facebook”, dice. Y agrega: “Además, al Star Tac lo cargaba y me duraba toda la semana”. Francisco, arquitecto, de Núñez, se arrepiente de haberse sumado a varios grupos de whatsapp. “¡El teléfono me vibra todo el día! Y la mayoría de los mensajes no aportan nada demasiado interesante: videos triple x, videos de gatitos que le toman la leche a otros gatitos, cargadas entre los hinchas de Boca y de River”, se fastidia. “Voy a desempolvar mi BlackBerry, al que sólo usaba para llamar y enviar mensajes de texto. Además, el teclado era mucho más cómodo”, compara, sin dejarse llevar por los encantos de lo “táctil”.

Como el regreso de los discos de vinilo, la moda de comprar teléfonos “antiguos” viene de Estados Unidos y Europa. A la cantante Rihanna se la vio por las calles de Nueva York con un aparato de hace diez años, un Motorola V3. La actriz Scarlett Johansson también prefiere seguir comunicándose con un aparatito de tapa.

“Me gusta lo que tiene que ver con la nostalgia, colecciono móviles como si fueran obras de arte”, comentó Marc Corredera, periodista español especializado en tecnología. También, el fenómeno generó la aparición de compañías que se dedican a reciclar aparatos en desuso. “En lugar de producir más y más, les ofrecemos una segunda vida a los móviles más icónicos de los 90”, declaró a La Vanguardia la fundadora de la empresa francesa Lëkki, Maxime Chanson.

Al mismo tiempo, desde la web Vintage Mobile sostienen que cada vez son más los que utilizan su smartphone último modelo mientras trabajan, y después, ya en casa y en pantuflas, en busca de cierto relax, trasladan el chip a su modelo retro. Por lo visto, si esto sigue así, en cualquier momento vuelve el furor por comunicarse a través del teléfono fijo. En ese caso, el primero que habría que reciclar en la Argentina es el aparato naranja chillón, como la camiseta de la selección de Holanda, el que formaba parte del programa Megatel. Otra reliquia.