Dos milagros que le atribuyen a Brochero y lo llevaron a ser santo Dos milagros que le atribuyen a Brochero y lo llevaron a ser santo
En enero pasado, “el Plenario de Obispos y Cardenales” del Vaticano reconoció que el “Cura Gaucho” –así se lo conoce a Brochero en Córdoba-, actuó como intercesor en la recuperación de Camila Brusotti, una nena sanjuanina que sufrió una brutal paliza que le causó un infarto masivo en el hemisferio cerebral derecho.
La aprobación de esta junta sacerdotal fue el penúltimo paso necesario para la canonización de Brochero, ya que dos meses después, en marzo, el Sumo Pontífice promulgó un edicto declarando santo a Brochero.
Para el catolicismo, una persona puede ser declarada santa si se le reconocen haber logrado dos milagros. El primer milagro atribuido al cura cordobés fue la recuperación de Nicolás Flores, un chico que sufrió un gravísimo accidente de tránsito ocurrido en septiembre de 2000 cuando apenas tenía 11 meses de vida.
La tragedia, ocurrida en Falda del Cañete, provincia de Córdoba, le costó la vida a la abuela de Nicolás; y el bebé estuvo al borde de la muerte, luego de tenertres paros cardíacos –uno duró 15 minutos-; y pérdida de masa encéfálica y parte del cráneo.
El pequeño sufrió una hemiplejía en su lado derecho y un traumatismo cerebral irreversible.Los bomberos que los rescataron y los médicos que lo atendieron no se explican cómo sobrevivió al impacto.
Con el paso de los años, Nicolás, un fanático de River y de los videojuegos, recuperó el habla y el movimiento. “Cada vez que la gente llama a casa o me viene a ver, siento como hormiguitas en la panza”, cuenta el chico con inocencia.
Los papás de Nicolás, Sandra Violino y Osvaldo Flores, devotos de Brochero desde la adolescencia –se casaron y también bautizaron a Nicolás en su santuario-, atribuyen el milagro al cura cordobés. “Nico es un milagro de Brochero”, asegura su mamá, emocionada. Y su papá completa: “Inmediatamente le hice respiración boca a boca. Pero no había caso. Cuando sentí que se me iba,le pedí a Brochero que le salvara la vida. Y nuestro cura cumplió”.
Nicolás estaba vivo, pero no respondía a estímulos. Los médicos del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad de Córdoba, donde fue trasladado Nicolás, les dijeron a sus papás Sandra y Osvaldo que el futuro no era promisorio y que podía quedar en estado vegetativo: “Estaba hecho un trapito, no lloraba ni respondía a ningún estímulo”, contó la mamá a los medios cordobeses. Pero el milagro brocheriano no sólo le arrebató a Nicolás a la muerte, sino que le devolvió la vida, y las secuelas son mínimas.
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El segundo milagro atribuido al ahora santo José Gabriel Brochero ocurrió en San Juan, después de que Camila Brusotti recibiera una golpiza por parte de su padrastro que la dejó 45 días en coma. El 30 de octubre de 2013, Alejandra Ríos llegó con su hija Camila inconsciente a la guardia del Centro Integral de la Mujer y el Niño. Les contó a los médicos que la nena “se había caído del caballo” y por eso estaba grave. Y les confesó que no vio el accidente, sino que su pareja, Pedro Oris, la llevó en brazos tras la caída. Los médicos no le creyeron.
Tras un mes y medio en coma, la pequeña se recuperó y a los pocos meses pudo hacer su vida normalmente. Nadie supo explicar científicamente la recuperación.
“El médico me había dicho que mi hija tenía 72 horas de vida. Le pedí a todo el mundo, me llegó una estampita del curaBrochero y le pedí que salvara a mi nena”, contó Javier Brussoti, papá de la nena.
Y agregó que “gracias a Dios y a Brochero, mi hija está bastante bien, tiene una vida normal, si bien físicamente tiene secuelas, pero puede caminar por sus propios medios e ir a la escuela”.
Hace un año, en septiembre de 2015, una junta de siete médicos vaticanos había confirmado que “no hay explicación científica” para la recuperación de la nena sanjuanina, había anunciado el obispo de Cruz del Eje, monseñor Santiago Olivera.
Esa vez, cerca de 600 vecinos de Villa Cura Brochero, cerca del 10% de los habitantes de este pueblito pegado a Mina Clavero, aplaudió la aprobación de la junta de siete especialistas médicos que se expidió a favor de que la curación y recuperación de Camila fue un hecho inexplicable para la ciencia.
Brochero, fallecido en Traslasierra en 1914, luego de una vida religiosa ejemplar, fue beatificado en septiembre de 2013, en una ceremonia oficiada por el cardenal Angelo Amato -representante de la Congregación para la Causa de los Santos-, de la que participaron 150 mil fieles y en la que se leyó un mensaje del papa Francisco