"Por las madres de Siria, Iraq, Libia, Yemen gritamos en este día: ¡basta!" "Por las madres de Siria, Iraq, Libia, Yemen gritamos en este día: ¡basta!"
Krasiah Al Awad es, en Santiago, un símbolo de las madres sirias que dejaron su tierra obligadas por la guerra fratricida que hay en su país. Krasiah está radicada en Santiago desde hace más de dos décadas. Es madre de dos varones, Johnny e Ili Alsaad. Y, desde hace catorce años que no ve a su mamá, quien sigue viviendo en Kfarbou.
Y así como ella, pero desde hace menos de dos años, familias sirias se establecieron en la "Madre de Ciudades", donde hoy trabajan, educan a sus hijos, forjan un futuro en paz, celebran la vida y, en silencio, sufren por el desarraigo, por cómo está su tierra, pero siguen adelante, insertándose cada día más en esta "Tierra de encuentro" como es Santiago del Estero.
En un homenaje que le realizaron, en el salón "Rosendo Allub" del Sirio Libanés de Santiago, rememoraron como festejan el Día de la Madre en Siria, una fiesta que es nacional y que fue instituida como tal el 21 de marzo. Samira contó que el ritual que allí realizan no difiere con el que se desarrolla en la Argentina. Samira y Krasiah remarcaron que el Día de la Madre en Siria se celebra con una buena comida en familia. Destacaron también que se sienten felices y orgullosas de ser madres y de vivir en una provincia que las recibió con los brazos abiertos y les permitió recuperar la alegría de vivir, de compartir y de ver crecer a sus hijos. "Estamos agradecidas de Santiago del Estero", dijo una de ellas. "Recordar el Día de la Madre es recordar a la luna llena con todo su esplendor", resaltó otra de las mamás presente.
La guerra Y fue Krasiah quien reflexionó sobre cómo viven hoy las mamás en Siria. "Las madres sirias quienes despertaban, en el Día de la Madre, al calor del beso de sus hijos sobre sus manos, a las sorpresas del desayuno preparados por sus hijos, al sonido de la música, las canciones, las poesías y las películas hechas todas por ellas que suenan en la tele, la radio, en la voces de los hijos mientras corrían buscando sus mimos entre los brazos de ellas, despiertan hoy al calor del fuego de la guerra, a los sonidos de los aviones, de los bombarderos, de las balas, y a los gritos de los hijos aterrorizados, asustados como quienes buscando un escudo en ellas". "Y ya los regalos pueden llegar cajones, y las reuniones familiares para homenajearlas se convertirían en funerales. A ellas hoy quiero saludar, ellas quienes desde tanto dolor ya no son madres, sino hijas del desconsuelo de la pérdida", remarcó Krasiah. "Hoy y todos los días nos acordamos de ellas, aunque el Día de la Madre en Siria y los países árabes se celebra el 21 de marzo, Día de la Primavera que simboliza la promesa eterna del dar y de la integridad y la prosperidad", puntualizó.
"Y hoy y todos los días cruzamos las manos con las súplicas para la paz deseada en todos los lugares donde se encuentra una madre que haya despedido a su hijo para siempre, porque nadie en el mundo iguala a la tristeza y la desesperación de una madre. Por las madres de Siria, Iraq, Libia, Yemen gritamos en este día: ¡basta!"