Confesó haber matado a Jacob Wetterling, un nene desaparecido hace 27 años Confesó haber matado a Jacob Wetterling, un nene desaparecido hace 27 años
Danny Heinrich, un hombre de 53 años, confesó el martes haber secuestrado, abusado sexualmente y matado a Jacob Wetterling, de 11 años, en 1989, poniendo fin al misterio de un crimen que impulsó la creación de un registro de agresores sexuales en Estados Unidos.
El pequeño Jacob fue secuestrado por un hombre armado cuando paseaba en bicicleta con su hermano y un amigo cerca de su casa en la comunidad de St. Joseph, Minnesota, el 22 de octubre de 1989. Y estuvo desaparecido hasta el sábado pasado, cuando Heinrich guió a detectives hacia el lugar donde había enterrado los restos del pequeño en un campo de Minnesota.
UNA CONFESIóN ESCALOFRIANTE
Ante un auditorio repleto de asistentes, entre los cuales se encontraban los padres de Jacob, Jerry y Patty Wetterling, Heinrich detalló que cuando raptó al menor le puso unas esposas y lo subió en su auto.
"¿Qué hice mal?", preguntó el nene mientra Heinrich lo llevaba a un pozo donde abusó sexualmente de él. El pedófilo explicó que Jacob lloraba y le pedía que lo dejara volver a casa, pero que él entró en pánico al escuchar las sirenas de un patrullero, dijo al nene que se diera vuelta y lo mató con un revólver.
SOSPECHOSO DESDE EL PRINCIPIO
Heinrich estuvo desde siempre en la mira de la policía. Fue interrogado poco después de la desaparición de Jacob, pero él aseguró que era inocente y no había suficientes pruebas para detenerlo. Los investigadores volvieron a considerarlo al reevaluar el caso cuando se cumplieron 25 años de la desaparición del menor.
Como parte de esas gestiones, los detectives reexaminaron la violación de un nene de 12 años, Jared Scheierl, ocurrida nueve meses antes de la desaparición de Jacob en la cercana ciudad de Cold Springs. Los detectives sospechaban que los dos casos estaban relacionados.
Usando tecnología que no existía en 1989, los policías detectaron ADN de Heinrich en el suéter de Scheierl y usaron esa información para conseguir una orden de allanamiento contra la vivienda de Heinrich, donde hallaron una enorme colección de pornografía infantil. El caso de violación había prescrito pero Heinrch fue procesado por poseer pornografía infantil.
Luego los fiscales negociaron durante meses con el hombre con la esperanza de que ofreciera información sobre Wetterling, lo que finalmente sucedió.
El caso de Jacob estremeció a la comunidad rural de Minnesota, donde muchos padres ya no dejaron que sus hijos salieran a jugar libremente. El rostro sonriente del nene se convirtió en el símbolo de los casos sin resolver.
Sus padres, quienes siempre mantuvieron la esperanza de encontrar a su hijo vivo, fundaron el Centro de Recursos Jacob Wetterling, que ayuda a la comunidad a prevenir la explotación sexual de menores. En 1994, el Congreso aprobó una ley que lleva el nombre de Jacob y que exige a todos los estados mantener una base actualizada de sus depredadores sexuales.