El presidente de Filipinas llamó "hijo de p..." a Obama

"Hijo de puta, te voy a maldecir en ese foro": los insultos que el presidente filipino Rodrigo Duterte dedicó a su homólogo estadounidense Barack Obama no cayeron muy bien en Washington. Pese a las disculpas de Duterte, Obama canceló el encuentro que ambos debían mantener en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), que ce celebra en Laos.

GUERRA CONTRA LA DROGA Y EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES

El desencuentro se produjo tras un cruce de declaraciones en la víspera acerca de la violenta guerra contra la droga iniciada por el presidente filipino, y que desde julio causó más de 2.500 muertos, una media de 40 personas por día.

El lunes en Manila, Duterte se había referido ante la prensa a lo que podía decirle Obama sobre los derechos humanos, y en particular sobre sus métodos en la lucha contra el narcotráfico.

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"Debes ser respetuoso. Y no sólo lanzar preguntas y comunicados. Hijo de puta, te voy a maldecir en ese foro", declaró Duterte y agregó que "nosotros ya no somos colonia de Estados Unidos. ¿Quién es este hombre? Mi único dueño es el pueblo filipino".

LAS DISCULPAS DE DUTERTE

Duterte "lamenta que sus comentarios a la prensa hayan causado tal controversia", según un comunicado publicado justo antes del inicio de la cumbre.

"El presidente Duterte explicó que los comentarios de prensa según los cuales el presidente lo iba a sermonear sobre las ejecuciones extrajudiciales lo llevaron a hacer este virulento comentario", agregó el texto.

El mandatario filipino también dijo sentir un "profundo aprecio y afinidad" con Obama, e indicó que espera "limar las asperezas" con EEUU que "son resultado de nuestras prioridades nacionales y percepciones".

Las relaciones diplomáticas entre EEUU y Filipinas sufrieron un notable deterioro desde las elecciones en las que fue elegido el nuevo mandatario. El pasado agosto, Duterte llamó "gay" e "hijo de puta" al embajador estadounidense en Manila, Philip Goldberg, y amenazó con salir de la ONU y romper relaciones con EEUU y Australia.

Duterte ganó las elecciones presidenciales el 9 de mayo de 2016 con la promesa de acabar con el problema de la droga en sus primeros seis meses de mandato y desde entonces instó en numerosas ocasiones a la Policía y los ciudadanos a matar a narcotraficantes y drogadictos.