El adiós del legendario Emanuel Ginóbili El adiós del legendario Emanuel Ginóbili
Faltaba un minuto para ratificar la derrota contra Estados Unidos en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y el Oveja Hernández decidió sacar a Manu Ginóbili para que reciba la merecida ovación de la buena presencia argentina en el Arena Carioca 1.
El reloj siguió su curso y el partido terminó. El hombre de los San Antonio Spurs nuevamente se robó las miradas de todos. Buena parte de la plantilla del Dream Team fue directo a saludarlo. Era un secreto a voces que que era su último partido con la selección argentina.
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Caminó unos pocos metros para reencontrarse en la última arenga con sus compañeros, pero la garganta delató que el ídolo de 39 años estaba haciendo fuerza para no llorar por la emotividad del momento. Miró un punto fijo evadiendo sus sentimientos.
"El primero y el ultimo siempre tienen un sabor particular", aceptó sobre su retiro.
"Estoy un poco triste porque me hace emocionar. Esto fue un suplementario. Vino de arriba. Fue un gran regalo que me tocó vivir. Muy afortunado de haber vivido esto cuatro veces", reconoció al terminar el partido mientras debajo de su brazo brillaba la pelota del duelo que los árbitros decidieron regalarle.