"Una Virgencita por demás milagrosa"

Al preguntarse al párroco local, el padre Ignacio Liébana, sobre si la gente cuenta sobre milagros en su vida, éste respondió: "Sí, continuamente. Por eso viene la gente que se siente agradecida por tantos milagros, es muy milagrosa la Virgen. Como dice la gente por aquí ‘Por demás milagrosa, la Virgencita’. Y cada vez vienen más, porque los mismos devotos la van dando a conocer". Para quien no conoce esta tradicional fiesta del monte santiagueño, llegar al lugar ya es un sacrificio más que importante. Gran parte del trayecto a recorrer, se llegue por donde se llegue, se debe hacer por caminos de tierra, enripiados, en el mejor de los casos, y conociendo la agreste geografía provincial, la tierra fina y suelta es una de las peores molestias para hacerlo, ya que se convierte en gruesas "nubes" al ras del suelo, al paso de las decenas y centenares de vehículos que no dejan de llegar, y que se cruzan con algunos cuantos que, habiendo cumplido ya con la Patrona, regresan a su lugar de origen, por no poderse quedar hasta el final. Tampoco hay infraestructura para recibir una cantidad tan descomunal de personas y familias enteras y personas discapacitadas con muletas y sillas de rueda. Por el ello el Gobierno de la provincia y las comunas de todas las localidades y ciudades cercanas, aportan grandes cantidades de recursos, para que allí no falten el agua (decenas de camiones cisternas), la electricidad (mediante un abastecimiento especialmente reforzado para la ocasión), atención sanitaria (mediante un operativo montado por el Ministerio de Salud de la provincia en tres puntos estratégicos: la posta sanitaria del lugar, una carpa en el pueblo y la unidad sanitaria móvil al lado del templete). Pero sobre este aislamiento, nadie tiene ningún reproche, y ello lo explicó el padre Liébana: "Fíjese que esto está en medio del monte, sin ningún tipo de comodidad y la gente va pasando de boca en boca. Viene al santuario, lo van conociendo y se van enamorando del lugar. Huachana tiene que la gente viene a encontrar un poquito de paz también. Después del ruido de la ciudad, la señal (para los celulares y otros equipos móviles), el televisor, la prisa, es como que venir a Huachana uno calma un poco la ansiedad, vive con lo justo, busca leña para calentar el agua, y se puede vivir tranquilamente así sin tanta sofisticación de cosas". Sacrificios inmensos En cuanto a las procedencias de los peregrinos, el sacerdote señaló que llegan cada vez desde lugares más lejanos: "Sabemos de peregrinaciones de a caballo de diez días o en bicicleta. Gente que viene de Santiago, Salta, también vinieron caminando 6 ó 7 días desde González, departamento Anta de Salta; de Jujuy también, del Chaco; del mismo Santiago también, de los departamentos Pellegrini, Alberdi, Figueroa, Copo, son los que más participan. De afuera del país suelen venir muchos de Bolivia también. Por esta cercanía con Jujuy por ejemplo tenemos muchos hermanos bolivianos que vienen a la fiesta. También han venido de Buenos Aires. De Río Negro han venido este año, de Río Gallegos". l