Se conocieron las últimas imágenes con vida de Marito Salto llegando a la represa

Después de una semana de la desaparición y posterior muerte de Marito Agustín Salto, los investigadores de la Policía, el juez Miguel Moreno y el fiscal Rubén Alfonzo, trabajan sin pausa para esclarecer el aberrante crimen que conmueve a la provincia y al país.

Mientras el proceso avanza y se confirmó la imputación de los dos hermanos Ocaranza, con la sospecha de que pudieran haber participado del hecho, se conocieron ayer las últimas imágenes del pequeño de 11 años con vida.

Son sólo unos segundos, pero para la familia seguramente tienen un significado muy especial.

Las cámaras de seguridad ubicada en uno de los accesos a la ciudad de Quimilí, capta el paso de Marito Agustín por el lugar, y cómo se dirigía a la represa que habitualmente frecuentaba, sin saber que sería la última vez que lo haría.

En las imágenes se puede divisar la llegada del niño en su bicicleta.

La nitidez no es la óptima, pero sí la suficiente para poder identificarlo.

De acuerdo con lo que explicaron las fuentes, se puede observar cómo la víctima ingresa por el camino que desemboca en dicha represa, siendo ésa la última imagen con vida del niño.

Los investigadores ya analizaron ésta y el resto de las cámaras de la zona, pero aún no pudieron determinar algún indicio concreto de quién puede haber sacado a Marito de la represa, y mucho menos en qué lo hizo.

Las cámaras pertenecen a la Municipalidad de Quimilí y están a disposición de la Policía.

Comprenden horas y horas de grabaciones que hasta ahora poco pudieron aportar a la investigación.

Cabe recordar que el martes de la semana pasada, el pequeño salió de su casa para ir a pescar y "trampear" pájaros en la represa. Buscó a un amigo, pero éste no lo pudo acompañar. De todas formas, continuó solo.

Marito Agustín Salto salió de su casa alrededor de las 15. Como no regresaba, horas más tarde su madre alertó a unos familiares y comenzaron la búsqueda. Se dirigieron a la represa y hallaron su bicicleta, su caña y su "trampera".

Gladis, la mamá, ya presagiaba lo peor, según confesó en una entrevista brindada el último lunes.

De inmediato dieron aviso a la Policía y los efectivos informaron la novedad de la desaparición al juez Miguel Moreno, quien ordenó que los efectivos del GER trabajen en la represa, ante la posibilidad de que se haya ahogado.

Al día siguiente, buzos y grupos especiales se sumergieron en el agua, pero no hallaron nada.

El magistrado fue notificado de la escasa profundidad, y ordenó el rastrillaje en el monte con perros especializados.

El operativo tampoco arrojó resultados positivos.

Finalmente sería el jueves en horas de la mañana, cuando en el otro extremo de la ciudad, un vecino divisó elementos extraños en una bolsa a un costado del camino.

Descendió de su vehículo, y descubrió lo peor. Se trataban de restos humanos desmembrados, que luego se confirmarían pertenecían a Marito Agustín, en uno de los hechos más macabros del que se tenga memoria en la provincia.