Advierten a padres sobre los peligros de la sobreexposición de niños en las redes

La muerte de la niña Micaela Ortega, en Bahía Blanca, entristeció y enfureció a todo el país, que pide justicia. Pero también encendió la alarma en las familias argentinas y santiagueñas, por el peligro que encierran el mal uso de las redes sociales y la falta de control de los padres.

Los casos de grooming (ciber-ataque de adultos hacia niños mediante internet para fines sexuales) y pedofilia son cada vez más y si no se vigila y cuida a los chicos pueden terminar como la pequeña Micaela.

EL LIBERAL dialogó con el subcomisario Hugo Galván, de la División Trata de Personas de la Policía de la provincia, y la Lic. María del Rosario Sanguedolce, psicóloga, sobre el modus operandi de los pedófilos y los peligros a los que los chicos se exponen cuando no son cuidados.

Frente a algunos casos que se registraron en Santiago y otros a nivel nacional, el subcomisario Galván señaló que “el pedófilo se escuda detrás de una máquina y trata de ganarse la confianza de los chicos, creando un perfil falso, con dirección de correo, nombre y foto ilusorias”.

“Los chicos suben fotos y estas personas les envían solicitudes, ellos desconocen quiénes son y empiezan a brindar información, cuentan con quién están, con quién viven o con quién duermen. El pedófilo le saca todo tipo de información, logra individualizar dónde vive el menor y a veces deja entrever los horarios de trabajo de los padres. Entonces el pedófilo va sacando provecho y gana terreno en ese chico que le da información, no sólo para abusarlo, sino también para cometer hechos ilícitos, como robos”, agregó el funcionario policial.

Galván remarcó que “el delito de grooming involucra a la persona que está detrás de una computadora y opera de la misma forma que el pedófilo, logran la confianza del chico, que le ocultan todo tipo de información al padre. A través de la pantalla le mandan animalitos, cuentos, estrofas con leyendas religiosas”.

“Los chicos no saben quién está detrás. Generalmente, envían un dibujito o animalito y ahí empiezan a hablar a niños entre 7 y 9 años”, explicó el subcomisario.

Peligros

Por su parte, la Lic. Sanguedolce remarcó que “el pedófilo siempre encuentra la víctima cuando se ve que hay ciertas falencias en su vida familiar, situaciones de descuido, por lo que estos niños confían en un extraño. Hay una seducción por parte de este extraño, que los atrae, le da confianza y la forma en la que van entrando el psicópata comete su acto, ya sea violar, matar o lo que sea. En los niños siempre hay una seducción primero, después es abusado, maltratado o violado”.

“En el caso de Micaela es un abuso total, un adulto que hizo un abuso de poder desde internet, poniéndose en lugar de escucha. Había un lazo que se generó, adentrándose en los usos y costumbres de los niños. Es una preparación psíquica. Es muy macabro lo que ha pasado”, agregó la psicóloga.

Además, destacó que “cuando hay un psicópata detrás de la computadora, para cometer su objetivo busca todas las herramientas necesarias para atraer a la víctima. En una persona psicopática, hay un fuerte manejo perverso del otro y cuando hablamos de perversión hablamos de abusar al otro, de hacerle daño. Y en esto las redes sociales son un terreno fértil, porque crean perfiles falsos y hacen creer a los niños que son personas como ellos”.