"Me sentí que jugaba como cuando era chico" "Me sentí que jugaba como cuando era chico"
Vive horas soñadas. Quizas todavía no cayó. Pese a sus 26 años, Marco Trungelliti tiene ya varios años afuera de Santiago del Estero. A los 14, se fue de su provincia a buscar un futuro en el tenis. Desde hace ya casi siete años, que vive viajando con mucho esfuerzo para poder estar presente en las citas importantes de este deporte, en el que la soledad muchas veces es el principal enemigo. "Viajaba solo con una raqueta, porque no tenía otra. Los otros tenistas no podían creerlo", contaba su mamá "Susy". Ayer jugó en gran nivel y eliminó a Marin Cilic en Roland Garros, el Grand Slam en donde muchos argentinos hicieron historia. Y Marco no se quedó atrás. A poco de haber logrado su pasaje a segunda ronda, el santiagueño confesó que su triunfo ante Marin Cilic fue el "más importante" de su carrera. "La idea era salir a buscarlo porque cuando te empiezan a dominar ya no hay más partido", agregó el jugador santiagueño que se ilusiona con seguir en carrera en el Grand Slam parisino. Actualmente es entrenado por Gabriel Markus. Es asistido también por Francisco Cabello, Christian Portolesi y Mario Duré (preparadores físicos) y Juanjo Grande (psicólogo, el mismo que atiende a Mayer). Para ser un tenista que se ganó el puesto en el cuadro final a través de la fase previa, Trungelliti explica que su tenis iba por un camino diferente al de su cabeza, hasta que con ayuda de un psicólogo puso a los dos en la misma ruta. Reconoció que el aspecto psicológico fue determinante para que tenga este gran presente. "Antes yo no creía en psicólogos, no me gustaban, no me hacían sentir cómodo. Pero llegué a un momento en el que en mi vida tenística no tenía resultados", explicó. Pero llegó un momento en el que se dio cuenta de que algo no funcionaba. "Había tocando fondo. Tuve un año muy malo en 2013, no me sentía bien en la cancha, había perdido mis principios", indicó. Entonces se puso en brazos de uno que le hizo cambiar de mentalidad. "Me enseñó el camino para conseguir cosas distintas, abrir puertas y en la cancha me ha funcionado. Sabía que dentro de mí había una perspectiva diferente", relata. En paralelo, Trungelliti ha comenzado a viajar con toda una estructura de equipo, una apuesta fuerte que empezó después de haber superado la primera ronda en el pasado Abierto de Australia, su primer Grand Slam al que también accedió por la fase de clasificación. Entre unos y otros lograron que el tenista volviera a sus principios, a jugar como él recordaba de chico. "Hoy (por ayer) me sentí que jugaba como cuando era chico. En 2014, cuando empecé a trabajar, me volvieron a surgir esas cosas, me enseñaron que había otro tipo de tenis que era el que yo llevaba tiempo sin hacer", dijo. Trungelliti reconoce que el cambio ha tardado en dar resultados en las canchas, pero ahora tiene confianza en su juego. Pese a esto, Marco, prefiere no pensar en la gesta que ha logrado al derrotar al croata Marin Cilic en la primera ronda de Roland Garros porque "la realidad está a la vuelta de la esquina" y quiere seguir avanzando en París. "Lo que puedo decir es que estoy muy feliz, pero si me pongo a pensar en lo que he hecho, en que estoy aquí rodeado de periodistas, en una sala de prensa, donde nunca estuve, siento que pronto me pondrán en mi sitio", asegura este tenista de 26 años, 166 del mundo y verdugo del vencedor del Abierto de Estados Unidos de 2014. "Es mi primera victoria de este tipo", asegura el de Santiago del Estero.l