Llegó ebrio a su vivienda, sacó a la concubina a la ruta, la golpeó y la violó Llegó ebrio a su vivienda, sacó a la concubina a la ruta, la golpeó y la violó
Ella se encontraba descansando en su casa. Cerca de las 4.30, su tranquilidad fue alterada por su concubino. Llegó completamente alcoholizado a la viviendo donde residen juntos. Con violencia, la tomó del brazo y la obligó a subir a su automóvil. María (nombre ficticio) no entendía lo que su pareja pretendía hacer con ella y pese a sus reiterados pedidos de explicaciones, el sujeto -de 35 años- conducía el rodado y le exigía que se callara, mientras le propinaba golpes de puño. Tras unos minutos, el depravado ingresó a una zona montuosa a la vera de la ruta, en la ciudad de Pampa de los Guanacos. Allí obligó a María de descender del rodado. Temiendo por su vida, la mujer se opuso y fue entonces cuando recibió una brutal golpiza. Le dio trompadas en el rostro y en el cuerpo, hasta que logró su cometido. En medio de la maleza, el sujeto tiró a su pareja al piso y la continuó golpeando. María trató de defenderse, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. El enajenado sujeto le sacó la ropa y con las manos la accedió vía anal y vaginal. Cuando sació su apetito sexual, levantó a su mujer, la obligó a vestirse y la llevó nuevamente a su hogar. Al llegar a la vivienda, María bajó del vehículo y él ingresó a la habitación y se acostó a dormir. Previamente le advirtió a la víctima que no avisara nada de lo sucedido. María esperó que éste se quedara dormido y salió de la casa. Corrió hasta su vecina y amiga. Tocó la puerta y esperó hasta que fue recibida. Con el rostro y sus piernas bañadas en sangre, María pidió asilo. Su amiga le dio una colcha. María la tomó y se tiró el suelo, ya que no aguantaba de pie por las lesiones que tenía. Sin dudar, la dueña de casa pidió ayuda a una familiar, quien llamó a la policía. Los uniformados arribaron de inmediato al lugar y asistieron a la víctima, a quien trasladaron al Hospital Zonal.