Alojó en su casa al hermano y éste violó cinco años a su hija menor

Tres jueces condenaron ayer a un loretano, al hallarlo responsable de ultrajar sexualmente a su sobrina, entre los 7 y 12 años, hija de su propio hermano y el único que lo había cobijado en su casa en tiempos de adversidad.

A las 12.30, el tribunal selló la suerte inmediata de Marcelo Rubén Herrera, fijándole nueve años de prisión, en consonancia con lo requerido por el fiscal, Ramón Alfonzo. De acuerdo con los testigos, Herrera fue recibido en la casa de su hermano en una zona rural del departamento Loreto. Externamente, una sobrina de 7 años habituaba ayudar a su abuelita, discapacitada y confinada a una silla de ruedas.

En ese escenario, los padres de la menor trabajaban y permanecían poco en la casa. Calvario Puertas adentro, Herrera comenzó manoseándola a la niña. En meses, las palizas, amenazas y el lenguaje imperativo, doblegaron por completo a la víctima.

Jamás alguien atinó a sospechar que su mirada triste se acentuaba cada vez que Herrera la encerraba en un galpón, ubicado en los fondos de la vivienda. Así, por cinco años habría vejado a la menor. Los ataques eran silenciosos, pero constantes.

Al cumplir ésta los 12 años, Herrera comenzó a indagarla sobre los días en que le llegaba el período menstrual. Audaz y perverso, no la abusaba en días de posible ovulación. Después, cesaron los accesos, pero igual continuó con los manoseos.

Recién cuando cumplió los 14 años, la jovencita estalló en llanto y confesó a su familia su terrible secreto. Sobrevino la denuncia que ayer decantó en una dura condena a Herrera.

Las audiencias del debate oral se extendieron por varios días, en los que los testimonios fueron contundentes y prácticamente no dejaron dudas de los vejámenes a los que el depravado sometió a su sobrina. El sujeto continuará detenido en el Penal de Varones de calle Alsina.