Miles de vecinos de Añatuya dieron el último adiós a Silvina y a sus hermanos Miles de vecinos de Añatuya dieron el último adiós a Silvina y a sus hermanos
Una tenue llovizna y un cielo gris, que describía perfectamente la tristeza y el llanto desgarrador de los presentes fue el marco en el que cientos de vecinos de Añatuya despidieron a los hermanos Santillán, quienes fueron asesinados a tiros por el ex policía retirado, Ricardo Díaz. Diego, Cecilia y Silvina, tres hermanos que eran tan unidos, se ‘fueron juntos hasta la tumba’. Sus cuerpos arribaron a su ciudad natal pasado el mediodía. En medio de un cordón policial -colegas de Silvina, una cabo de la fuerza- los féretros fueron albergados en la sala velatoria de calle 25 de Mayo, donde un incesante ir y venir de lugareños les dieron el último adiós. Muestras desgarradoras de los familiares directos, gritos e interrogantes que ni siquiera se sabe si tendrán respuestas, por parte de la esposa de Diego, quien esperaba que su marido regrese a la casa, como todos los días. Amigos y compañeros de Silvina expresaron su dolor y la recordaron como una ‘excelente madre, buena compañera y mejor persona. Estaba siempre dispuesta a ayudar, comprometida con su trabajo’. Los cuerpos de la víctima -asesinada a sangre fría, delante de sus hijos menores de 4 y 6 años, por el ex comisario Díaz- serán sepultados hoy a las 10.30. Mientras tanto, la Municipalidad de la ciudad y el Centro Judicial y donde trabajaban Diego y Cecilia, decretaron asueto y tres días de duelo. Las banderas de la ‘Capital de la Tradición’ permanecieron todas a media asta y estarán así por tres días. Tres familias destrozadas, dos niños huérfanos, un padre sin sus 3 hijos fue el resultado de la balacera que se inició pasado el mediodía cuando Silvina se preparaba para llevar a sus hijos a la escuela e ir a trabajar y sus hermanos hacían la sobremesa, en una humilde vivienda del B° San Fernando. l