"Me gasté cinco veces el botín", dijo uno de los líderes de la banda "Me gasté cinco veces el botín", dijo uno de los líderes de la banda
“En un día como hoy hace 10 años, ‘El Hombre del Traje Gris’ montaba la escena que posibilitaría el Robo del Siglo”, escribió ayer para sus 16.500 seguidores de Twitter Luis Vitette Sellanes, uno de los líderes del asalto. Lo hizo desde una playa de la zona de San José, en Uruguay, donde está de vacaciones junto a su familia. Luego dijo: “Estoy muy bien, a dos años de mi casamiento, a dos meses del nacimiento de mi hijo, retiradísimo, jugando con las redes sociales. Trabajo todos los días (tiene una joyería) y cumplo horario”.
A los 60 años, Vitette está casado con una mujer de 23 y tiene un bebé, Lucciano Antonio Vitette Rodríguez. “Yo con mujeres grandes no me caso”, aclaró. “Apenas le llevo 38 años. Si sumo su edad, la de su hermana y la de la hija de la hermana no llegan a la mía”, agregó. “Estoy a full con la joyería, no jodo, no tomo alcohol, no salgo de noche”, indicó.
En su negocio suelen visitarlo argentinos, que le preguntan qué hizo con su parte de la plata. “Yo soy un gastador compulsivo. Ya me gasté cinco veces el botín del Banco Río”, explicó. “Del robo no me quedó nada. Un feo recuerdo nada más. Me delató una señora, me comí 4 años (preso), me gasté una fortuna a la sombra y no libre”, explicó.
“El Robo del Siglo” empezó el 13 de enero de 2006, cuando cinco ladrones coparon el Banco Río de Acassuso y tomaron 23 rehenes como parte de una puesta en escena. Mientras fingían negociar con la Policía, saquearon 143 cajas de seguridad y huyeron por un túnel que habían cavado durante un año, que los llevó hasta un desagüe pluvial.
Por allí, en gomón, los ladrones desaparecieron mientras más de 300 agentes rodeaban el banco. Cuando la Policía ingresó, la banda ya estaba mirándola televisión.
En la bóveda de las cajas de seguridad, los agentes encontraron un mensaje: “En barrio de ricachones, sin armas ni rencores, es solo plata y no amores”.
Quizás los ladrones nunca hubieran sido detenidos de no haber mediado una mujer despechada. La banda cayó por culpa de la pareja de Alberto “Beto” De la Torre, Alicia Di Tullio, quien entendió que su esposo estaba a punto de abandonarla para irse con otra y lo denunció.
De la Torre fue el primer detenido. A él le encontraron en su casa 700.000 dólares, 54 monedas antiguas y 33 relojes de lujo. Fue el hilo del que tiró la Policía para que cayeran otros cuatro acusados.
Entre febrero y mayo de 2010, más de 600 testigos declararon en el juicio. “Beto” De la Torre (59) fue condenado a 15 años de prisión; Fernando Araujo (45), a 14; José Julián Zalloecheverría (55), a 10; y Sebastián García Bolster (44), a 9. Luego, en un juicio abreviado, fue sentenciado a 21 años Vitette Sellanes.
Sin bien durante el juicio no pudo determinarse quién fue el jefe, Fernando Araujo –un artista plástico criado en San Isidro, experto en artes marciales y cultivador de cannabis– confesó en el libro “Sin armas ni rencores” (del periodista Rodolfo Palacios) cómo ideó el robo mientras fumaba marihuana.
Tiempo después, la Cámara de Casación redujo su pena a nueve años y medio, por lo que Araujo sólo estuvo preso dos. A fines de 2013, tras cumplir un tercio de la pena, quedó en libertad.
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Un mecánico amigo suyo, “El Marciano” García Bolster, había aportado sus conocimientos para la construcción del túnel. “Beto” De la Torre había sido quien entró al banco con un guardapolvo; vestido de traje gris, el uruguayo Vitette Sellanes fue el “negociador” de la banda; en mayo de 2013, por una estrategia de sus abogados, le dieron por cumplida la mitad de la pena y logró ser expulsado de la Argentina rumbo a su país.
Zalloechevarría, alias “El Paisa”, fue el chofer que esperó a la banda en una combi para llevársela de la zona. Hoy su hijo planea filmar una película con el golpe que protagonizó su padre.
