La grey católica del Norte celebró la asunción de monseñor Zecca como Arzobispo de Tucumán La grey católica del Norte celebró la asunción de monseñor Zecca como Arzobispo de Tucumán
(Enviados especiales) En el transcurso de una emotiva ceremonia que tuvo lugar anoche en la plaza Independencia de San Miguel de Tucumán, asumió como arzobispo de Tucumán monseñor Alfredo Horacio Zecca, y fue acompañado por obispos, sacerdotes, religiosas y seminaristas pertenecientes a diócesis de las provincias del Norte Argentino.
También estuvieron presentes, el gobernador de Tucumán, José Alperovich, junto a su esposa, y el ministro de Salud de la Nación, doctor Juan Manzur entre otros funcionarios provinciales y municipales.
Toda la ceremonia de asunción fue presidida por el nuncio apostólico argentino, monseñor Adriano Bernardini, y por el arzobispo saliente, monseñor Luis Héctor Villalba.
Santiago del Estero estuvo representada por los obispos de las dos diócesis, monseñores Francisco Polti, Ariel Torrado Mosconi y Adolfo Uriona.
A las seis de la tarde, una procesión llegó desde la iglesia La Merced, portando la imagen de la patrona de la ciudad, que presidió la celebración. Inmediatamente llegó al palco instalado frente a la iglesia Catedral monseñor Zecca, quien luego de saludar a los fieles ingresó al templo donde meditó frente al santísimo junto a obispos y religiosos que lo aguardaban.
Una vez que se instalaron los religiosos en sus sitios, subieron al estrado las máximas personalidades eclesiásticas para comenzar con la celebración.
Para dejar oficialmente puesto en funciones al nuevo arzobispo, se leyó la nominación enviada por el papa Benedicto XVI y luego se le entregaron los atributos, acto que estuvo a cargo del Nuncio apostólico. Luego, uno a uno pasaron los sacerdotes, diáconos y seminaristas para recibir el saludo de monseñor Zecca.
Monseñor Alfredo Horacio Zecca se convirtió así en el sexto arzobispo que tiene Tucumán, y llegó en reemplazo de monseñor Luis Héctor Villalba, quien se desempeñó durante 16 años y que renunció por su edad.
Sobrevino la celebración de la santa misa, que fue presidida por el representante de la Santa Sede en la Argentina, monseñor Bernardini, y concelebrada por el resto de los obispos.
Luego de la misa, y antes de despedirse de los fieles, un sacerdote, una religiosa y un laico, le dieron una emotiva bienvenida al nuevo arzobispo. En todos los casos, se pusieron a su disposición para ayudarlo a llevar su misión en esta diócesis.








