15/06/2015 04:30 Policiales
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Mató a su mujer y quemó la casa con sus hijos adentro Mató a su mujer y quemó la casa con sus hijos adentro
"¡No René, no lo hagas!" En vano Viviana Marcela Himelfarb suplicó ayer piedad a su pareja. En segundos, éste le dio un tiro en la cabeza, le ató las manos, la roció con combustible y prendió fuego. La muerte de la mujer sobrevino por fatídica añadidura, dentro de una barbarie extensiva a sus dos pequeños hijos, quienes anoche se debatían entre la vida y la muerte. El epicentro de tamaña tragedia fue una casa de la manzana 30, lote 2, B° Siglo XXI sector 750 Viviendas, donde Viviana (42), residía con René Sequeira (55); también sus hijos Luisiana (3) y Martín Leonel, de 5 años. De acuerdo con la investigación que timonean la jueza Lucrecia Martínez Llanos y la fiscal Aída Farrán Serlé, Sequeira habría estallado, un tanto enajenado, al informársele que ayer debía abandonar la casa, a raíz de una resolución de exclusión del hogar, originada por presuntos malos tratos contra toda su familia. A las nueve de la mañana, René arribó a la casa, ebrio, en su vieja camioneta Chevrolet. No se tomó mucha molestia en estacionarla. Abrió la puerta y fue directo a la habitación en la que descansaba su mujer y dos hijos. Trascendió que la despertó a golpes, recriminándole: "¿P?, por qué me quieres correr de mi propia casa?". Una vecina escuchó insultos irreproducibles y golpes. Minutos después, la mujer habría gritado: "¡A los chicos, no!". Entonces, el individuo habría extraído un arma con la que le disparó en la cabeza. Después, la ató de las manos hacia la espalda y la roció con combustible. Sacado, fuera de sí, habría tomado a golpes a los pequeños. Con las tres víctimas inconscientes, Sequeira fue al fondo de la casa y prendió fuego al quincho. Retornó y prendió fuego también a la vivienda. Atónitos, sin comprender lo que sucedía, uno de los vecinos abrió la puerta a patadas. Corrió hacia una habitación y encontró a Sequeira con sus hijos. Allí se habría atrincherado, a esperar la muerte. El vecino tomó en brazos y rescató a los chicos. Primero habría retirado a la nena y después al hermanito, se supo. Mientras tanto, Sequeira daba manotazos, también asfixiándose por efecto del monóxido de carbono, añadieron los voceros de la policía. Veinte minutos después, los bomberos llegaron y dieron batalla a las llamas que amenazaban con extenderse hacia las casas vecinas. Macabro y tétrico cuadro descubrieron, al encontrar calcinada a Viviana, ya sin vida, junto a la puerta del comedor. l