Qué hereda Alfonso Diez, viudo de la duquesa de Alba Qué hereda Alfonso Diez, viudo de la duquesa de Alba
La herencia se distribuye de la siguiente manera:
Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo: recibe la Fundación Casa de Alba, con sus palacios de Liria y Monterrey, la colección de medio centenar de ducados, marquesados, condados y grandezas y la responsabilidad de preservar el legado histórico y monumental. Al margen de esto, su madre le ha donado fincas rústicas -entre ellas, uno de los mayores latifundios de Córdoba, en El Carpio- y casas en alquiler.
Alfonso Martínez de Irujo, duque de Aliaga: es uno de los dos patronos vitalicios de la Fundación Casa de Alba (el otro es su hermano Carlos). Su madre le donó parcelas rústicas y la finca del antiguo castillo de El Tejado (XIV), que ha sido rehabilitado, en Calzada de Don Diego (Salamanca).
Jacobo Fitz-James Stuart, conde de Siruela: fundador y director de la prestigiosa editorial Siruela y ahora de Atalanta, recibe algunas fincas rústicas.
Fernando Martínez de Irujo, marqués de San Vicente del Barco: empleado de un banco, hereda la mansión de Las Cañas, en Marbella, y propiedades agrícolas.
Cayetano Martínez de Irujo, conde de Salvatierra: será el propietario del palacio de Arbaizenea, en San Sebastián, la finca de 20.000 metros cuadrados que pertenecía a la familia de su padre, los duques de Sotomayor, y del cortijo Las Arroyuelas, un gran latifundio en Sevilla.
Eugenia Martínez de Irujo, duquesa de Montoro: será la dueña de Sa Aufabaguera, la mansión de Ibiza donde solía pasar cada verano Cayetana y del cortijo de La Pizana, una finca de 600 hectáreas en Gerena (Sevilla), que le regaló la duquesa cuando se casó con el torero Francisco Rivera Ordóñez.
Fernando Fitz-James Stuart y Solís: nieto de la duquesa y primogénito del actual heredero de la Casa de Alba, Carlos Fitz-James Stuart, le correspondió el palacio de Las Dueñas, en Sevilla. El joven, de 24 años, será propietario del palacio de 9.452 metros cuadrados y por el que la duquesa sintió siempre un apego especial. No sorprendió que haya ido a parar a uno de sus nietos, porque se trata del heredero del ducado y de esta manera el palacio sevillano conserva el vínculo con el futuro jefe de la Casa de Alba.








