El santiagueño que pasó de lavar platos en Nueva Zelanda a jugar el Mundial de Clubes El santiagueño que pasó de lavar platos en Nueva Zelanda a jugar el Mundial de Clubes
El que habla es Emiliano Tade, santiagueño, 26 años, hincha del club Atlético Mitre de Santiago y de Boca, fana de Maradona, amante de la cumbia y delantero. Delantero del Auckland, Su historia es increíble: a los 22 años estudiaba abogacía en su ciudad pero sintió que necesitaba nuevas experiencias, un cambio de aire. Y vaya si cambió de aire: se fue a vivir a Nueva Zelanda. Llegó a través de una visa llamada Working Holiday, que permite trabajar y vivir en otro país por un año. Sin saber inglés trabajó hasta de lavacopas. Sí, de lavacopas a la Copa Mundial de Clubes.
“Estoy alucinando. Yo en Santiago jugaba en picados con mis amigos y, como todos, de chico soñaba con llegar a Primera. Pero a los 16 años, cuando no estaba fichado por ningún club, ya había perdido las esperanzas. En Nueva Zelanda empecé a jugar en un equipo amateur para no perder la costumbre, hasta que fui subiendo categorías y me llegó la chance del Auckland. Así que imaginate lo que es todo esto para mí y para el plantel. Hace años llegábamos aquí y nadie apostaba por nosotros. Pero hoy estamos en semifinales”.
Claro: éste es el sexto Mundial que juega el Auckland City, un club que se fundó hace diez años, que tiene un estadio para seis mil personas y un presupuesto de un millón de dólares; que juega la ASB Premiership, liga neozelandesa integrada apenas por nueve clubes, y que es semiprofesional: muchos de los jugadores del Auckland deben tener otros empleos. Como Tade, que brinda un servicio a la comunidad. No, no es policía. Enseña fútbol en los colegios. En sus cinco participaciones anteriores, el Auckland había sido noticia no por su buen nivel. Es que en el 2009 el inglés Paul Gothard, su arquero en ese entonces, se había puesto a hacer pis arrodillado en medio del área durante el partido por el quinto puesto ante el Mazembe. El videíto salió en todos los portales de Internet.
“El fútbol en Nueva Zelanda ocupa el tercer o cuarto lugar de importancia -dice Tade-. Los deportes principales son el cricket y el rugby. Incluso, una de las rarezas es que en el fútbol se usa el tercer tiempo, así como en el rugby. Después de los partidos, los dos equipos se juntan a almorzar o a cenar, y hasta los técnicos de cada equipo eligen a la figura y se la premia con un voucher para un restaurante o con un vino. Hoy eso lo he aprendido a disfrutar porque la verdad es que al principio me costaba mucho. Cuando perdíamos no me entusiasmaba mucho la idea de estar comiendo con los rivales, mirándoles las caras. Me costaba. Era jodido. Pero me acostumbré y lo disfruto mucho”.
Tade, autor del gol que le dio a su equipo el título en la última Liga de Campeones de Oceanía, dice que sigue el fútbol argentino a través de Internet (“aunque no puedo mirar mucho los partidos porque cuando se juegan estoy durmiendo”), admite que le gusta el Pipi Romagnoli y cuenta que uno de sus mejores amigos de la infancia, Tincho, es fanático de Sanloré y está en la peña del Ciclón de Santiago del Estero: “Desde que llegué acá que lo tengo en la cabeza. Y hablando con él antes del torneo le decía ojo con que juguemos con los Cuervos, eh”.
-Pero no se lo decías en serio. ¿O sí?
-Sabíamos que iba a ser difícil, Pero ojo que yo también le avisé a Tinelli...
-¿Cómo?
-Este año estaba de viaje por Europa y un día, en Roma, íbamos caminando por Vía Veneto cuando los vimos a Tinelli y a Bauza. Habían ido a llevarle la Copa al Papa Francisco. ¡¡Mis hermanas no lo podían creer!! Imaginate para un argentino lo que es ver a Tinelli, y más en Roma. Entonces ellas se pusieron para sacarse una foto con él. Yo les saqué la foto. Ellas de fútbol no tienen idea y me decían: “¿Pero quién es éste, por qué se puso también en la foto?”. ¡Por el Patón Bauza, ja,ja! Hablé un rato con los dos y salió el tema de fútbol y les dije: “Bueno, quizás nos veamos en Marruecos”. “¿Y eso por qué?”, me preguntaron. “Es que juego en el Auckland City”, les comenté. Y quedó ahí. Cuando nos íbamos, les dije a mis hermanas: “Esto es una señal. En el Mundial también nos vamos a cruzar con Tinelli y Bauza”. Y se dio así. ¡Increíble!
Fuente | ole.clarin.com