Santiago

Crecen los casos de miopía en la población mundial

Crecen los casos de miopía en la población mundial

Por el Dr. Ricardo Passone - Sociedad Oftalmológica de Sgo. del Estero

Se estima que en 30 años la mitad del planeta será miope. Por qué el estilo de vida influye en la progresión de esta patología. 

La miopía no tratada puede llevar a una disminución significativa de la calidad de vida debido a la visión borrosa de objetos lejanos. Según un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el incremento de la miopía alcanza al 30 por ciento de la población global. Con proyecciones que sugieren que para el año 2050, la mitad de la población mundial podría padecer esta condición visual, los expertos advierten sobre una creciente crisis de salud ocular.

"La miopía es un defecto refractivo del ojo que dificulta la visión de objetos distantes con claridad", explica a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, el oftalmólogo Gustavo Goldman, miembro del Consejo Argentino de Oftalmología.

"Este problema se agrava con el uso prolongado de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles y computadoras, que requieren un enfoque constante en objetos cercanos", agrega.

Varias investigaciones respaldan esta preocupación. Científicos de la Universidad de Ulster observaron un aumento significativo de la miopía entre los niños a nivel global. En el Reino Unido, por ejemplo, el 23 por ciento de los adolescentes de 12 a 13 años presentan miopía, mientras en países como China y Singapur, las cifras alcanzan el 47 y el 53 por ciento respectivamente entre los jóvenes.

¿Futuro borroso?

En diálogo con la Agencia, Roberto Albertazzi, oftalmólogo, presidente de la Word Keratoconus Society, destaca que factores genéticos y ambientales desempeñan un papel importante en el desarrollo de esta condición.

"La predisposición genética y la falta de exposición a la luz natural son factores determinantes", señala. "Los niños que pasan más tiempo al aire libre tienen un menor riesgo de desarrollar miopía, posiblemente debido a la luz brillante que ayuda a regular el crecimiento del ojo", dice.

Los impactos a largo plazo de la miopía no corregida son significativos. Además de limitar la capacidad para actividades cotidianas como conducir o practicar deportes, la miopía alta puede llevar a complicaciones severas como maculopatía miópica, glaucoma y desprendimiento de retina, condiciones que pueden resultar en pérdida de visión irreversible.

En respuesta a esta creciente preocupación, los expertos hacen foco en la importancia de intervenciones tempranas, incluyendo más tiempo al aire libre y moderación en el uso de dispositivos electrónicos.

Estas medidas podrían mitigar el riesgo de miopía y mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.

Alarma global y el caso de Argentina

Según el Instituto Internacional de Miopía, regiones como el este y el sudeste asiático encabezan las tasas de esta afección, con países como Corea del Sur, Taiwán, Singapur, China y Japón, que reportan prevalencias alarmantemente altas que oscilan entre el 80 y el 90 por ciento.

Corea del Sur se destaca como el epicentro de esta tendencia, con aproximadamente el 90 por ciento de sus adolescentes afectados por miopía. Pero este fenómeno no se limita exclusivamente al este asiático; incluso en países occidentales como Estados Unidos, la prevalencia de miopía casi se duplicó en las últimas tres décadas, alcanzando el 42 por ciento. En Argentina, durante 2020, en el marco de la pandemia de covid-19, un estudio local, publicado en la revista The Lancet, indica que la progresión de la miopía en menores se aceleró cerca de un 40 por ciento durante ese año.

El trabajo, titulado "Progresión de la miopía en niños durante el confinamiento por COVID-19", concluyó que la falta de actividades al aire libre y el aumento del tiempo frente a pantallas fueron factores determinantes en este incremento. Antes de la pandemia, la miopía en los niños avanzaba en promedio 0,25 dioptrías por año; durante el confinamiento, la progresión fue de 0,50 dioptrías.

Retrasar la progresión

La miopía se suele detectar en la infancia y puede ir aumentando hasta la edad adulta, alrededor de los 22 años.

Los oftalmólogos señalan que cada vez se diagnostica a edades más tempranas, pero también es en esas fases de la vida donde mejor se puede trabajar porque el ojo todavía se está formando y hay más plasticidad. Hay varios abordajes para frenar la progresión, explica Silvia Alarcón, oftalmóloga pediátrica del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

"Tenemos cristales especiales que hacen un desenfoque en la zona periférica de la retina y eso activa unos receptores que hacen que no crezca tanto. Y también disponemos de lentes de contacto y gafas que aprietan la córnea para acortar el ojo".

Otra opción, señala, son las gotas de atropina: "Estas gotas, a concentraciones muy bajas, frenan la progresión porque se cree que actúan sobre esas zonas de la retina. El problema es que no están comercializadas y ahora mismo se usan como fórmula magistral porque no hay manera de que encontremos un laboratorio que comercialice estas gotas tan diluidas"

Nada de eso es curativo, pero "si se logra ralentizar la progresión, ya es muy importante", apunta Miguel Ángel Sánchez Tena, investigador del Departamento de Optometría y Visión de la Universidad Complutense de Madrid "Un ojo miope no vuelve a ser normal. Pero la infancia es una ventana de oportunidad y aunque no pares totalmente el crecimiento, cuanto más lo retrases, mejor".

Las gafas, las lentillas o la cirugía correctiva eliminan esa vista borrosa, pero no hacen que el ojo pare de crecer.

.A los expertos les preocupa especialmente la expansión de los casos de miopía más grave

Más allá del problema global de visión, a los expertos les preocupa especialmente la expansión de los casos de miopía más grave, que esconden un mayor riesgo de desarrollar complejas patologías ópticas.

"Cada dioptría importa. Si solo fuera poner una gafa y ver bien, ya está. Pero el problema es lo que pasa en la parte final del ojo. Tu ojo va a ser miope toda la vida, aunque no tengas que usar corrección", apunta Sánchez Tena. Por ejemplo, las personas altamente miopes tienen 20 veces más probabilidades de sufrir un desprendimiento de retina a lo largo de su vida que un individuo emétrope (con visión normal). 

Con esta situación sobre la mesa, los expertos urgen a tomar medidas. A nivel preventivo, dice Alarcón, "lo único efectivo es hacer más actividades al aire libre a la vez que disminuir las tareas de cerca".

El oftalmólogo del Instituto Fernández-Vega apela a "la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar 20 segundos a 20 pies de distancia, que son unos seis metros. Hay que intentar que los jóvenes controlen el uso de dispositivos cercanos y que tengan buena luz, que no estén a oscuras y que hagan descansos mirando al infinito".

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