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Malas noticias en River: se desgarró Matías Rojas

El volante paraguayo presenta una distensión grado uno en el isquiotibial de su pierna izquierda y estará ausente tres semanas. RIVER PLATE

Después de lo que fue el gran triunfo ante Independiente de Avellaneda en el estadio Más Monumental por 2 a 0, no fue bueno el comienzo de la semana para River Plate que ayer confirmó que el volante Matías Rojas sufrió una distensión grado uno en el isquiotibial de su pierna izquierda.

Ante esta situación, el jugador deberá someterse a un trabajo de rehabilitación de al menos tres semanas por lo que mañana ante Godoy Cruz de Mendoza, en el partido por la quinta fecha de la Copa de la Liga Profesional, no estará formando parte del plantel que dirige el entrenador Marcelo Gallardo.

Sin minutos ante Independiente pero con muy buenos ingresos en las tres fechas anteriores, el mediocampista paraguayo venía haciendo méritos para tener una participación más frecuente en el equipo. Mientras seguía con su puesta a punto física, en la práctica de ayer sufrió una dolencia muscular que, tras los estudios, se confirmó era una distensión grado uno en el isquiotibial de su pierna izquierda.

El cuerpo médico evaluará su evolución en estas semanas, pero se especula con que no volverá a estar entre los concentrados por unos 21 días. Si esto fuese así, Rojas se perdería, al menos, cuatro partidos: Godoy Cruz, Lanús, San Martín (SJ) y Estudiantes.

Con su gol ante Platense y sus buenas intervenciones en los partidos ante Instituto y San Lorenzo, Rojas apunta a ser un revulsivo por su estilo punzante, su buena lectura de juego y su zurda picante. Lamentablemente para el ex-Racing y para River, ahora deberá atravesar una recuperación para volver a las canchas recién a comienzos de marzo.

Cuando jugó, Rojas lo hizo, en general, en la posición de Manuel Lanzini, como un enganche clásico. También sumó minutos volcado a la derecha, donde mejor rindió con la camiseta de Racing, pero nunca jugó a un costado del mediocampista central. Para Gallardo, es el cuarto volante, el más ofensivo, el de más licencias a la hora del retroceso y el que debe unir las líneas.

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