Mujer de 85 años denunció que su nieto policía le quitó la casa
La víctima dijo a EL LIBERAL que el "guardián del orden" hasta falsificó su firma para cometer el ardid. Interviene la Fiscalía de Añatuya.
Zoila Moreno es una mujer santiagueña de 85 años que en reiteradas oportunidades denunció a su nieto —un funcionario policial— por haber utilizado ciertos artilugios para despojarla de su vivienda, según asegura la damnificada.
La víctima, actualmente vive en el paraje Mancapa, Avellaneda, y está acompañada por su hija Adriana quien reside en el lugar. Zoila denunció a su nieto (35) en el Centro Judicial Añatuya, lo hizo en reiteradas oportunidades en el Juzgado donde se instruyen causas Penales y en la parte Civil. Por ahora no hay nada resuelto sobre la cuestión, reveló.
Adriana mostró a EL LIBERAL cada una de las denuncias interpuestas, que llegan a ser diez como mínimo. En reiteradas oportunidades la mujer afirmó en sede policial que quiere recuperar la casa que le fue quitada bajo engaños "al falsificar su firma".
Zoila tiene apenas estudios primarios incompletos. Solo sabe estampar su firma en los papeles personales. Adriana- hija de Zoila y tía del denunciado- manifestó que su madre "vive en Mancapa y quiere recuperar la propiedad que es de ella y de mi papá que falleció hace catorce años". Adriana indicó que tras ser engañadas "le sacaron todas las pocas cosas que tenía mi madre, a la calle".
La mujer octogenaria y su hija indicaron que desde hace dos años reciben amenazas, pero todo comenzó a acrecentar desde junio del año pasado.
En cuanto al acusado – Martín Sánchez y su pareja- rechazaron oportunamente las acusaciones vertidas por su abuela y tía y terminaron radicando una denuncia contra ellas. La denuncias van desde las amenazas y hostigamiento.
Los fiscales que intervinieron en cada una de las presentaciones que realizaron los involucrados, solicitaron prohibición de acercamiento y la no utilización de las redes sociales para difamar.
Una historia policial y judicial con denuncias cruzadas entre una abuela, una tía y el nieto, funcionario policial.
Será la Justicia quien deba resolver este conflicto entre estas dos familias de Colonia Dora, antes que el nivel de acusaciones y amenazas incremente.