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Una vergüenza: detuvieron otra vez al exfuncionario que había robado fiambres

También demoraron a la mujer que lo acompañaba.

El exfuncionario Guillermo Kraisman volvió a protagonizar un escándalo en Córdoba, donde quedó detenido por segunda vez, sospechado de haber intentado retirar un millón de pesos de un banco de la capital con un documento de identidad de otra persona. También demoraron a la mujer que lo acompañaba.

El hecho sucedió ayer jueves en una sucursal del Banco de Córdoba ubicada en avenida 24 de Septiembre al 100, en el barrio General Paz de la capital provincial, en horas del cierre de la jornada bancaria.

Allí, las autoridades del banco notaron extraños movimientos por parte de Kraisman y dieron la alerta a los policías de guardia. Al averiguar, constataron que el exlegislador estaba utilizando el DNI de otra persona para retirar un millón de pesos.

Ante esta situación Kraisman, quien estuvo detenido en septiembre de 2024 por robar fiambres en un supermercado, volvió a ser demorado junto a la mujer que iba como acompañante por las maniobras fraudulentas, señalan desde el medio El DoceTv.

La causa quedó en manos de la fiscalía de feria a cargo de Andrés Godoy, quien ordenó la detención del exlegislador y la mujer, según trascendió. Fuentes policiales confirmaron que el exfuncionario fue llevado al Establecimiento Penitenciario N° 9, según informó La Voz.

Kraisman ya se había robado una bondiola y un jamón crudo

El escándalo ocurrió en septiembre de 2024, cuando Guillermo Kraisman, que en ese entonces desempeñaba el cargo de director general de Promoción de Clubes Sociales y Deportivos, fue detenido acusado de robar productos de un supermercado y agredir a efectivos policiales.

El incidente ocurrió en el supermercado del sur de la ciudad de Córdoba. Según reportaron fuentes policiales, Kraisman intentó salir del lugar sin pagar por varios productos, incluidos un blíster de bondiola, otro de jamón crudo, un pote de mermelada y un frasco de vidrio con cerezas.

Cuando los guardias del establecimiento vieron la situación por las cámaras de seguridad, dieron aviso a la policía, que rápidamente se hizo presente en el lugar. Al ser confrontado por los agentes, Kraisman no solo se negó a pagar la mercadería, sino que también reaccionó de manera violenta, arrojando el frasco de cerezas a los policías.

Durante el altercado, el funcionario se identificó como empleado del Gobierno municipal, intentando utilizar su posición para evitar la detención.

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