Niño sufre graves heridas al ser atacado con rebenque por padrastro, en el Bº Bosco II
"Abandono de persona calificado en modalidad de delito continuado y lesiones leves calificadas", es la acusación para la progenitora. AUDIENCIA Y RESOLUCIÓN Prisión preventiva para madre de tres niños, de 12, 7 y 4 años
La Justicia dictó ayer prisión preventiva para una vecina del Bº Bosco II, sindicada de "apañar" graves castigos físicos a su hijo de 4 años, en manos de su pareja actualmente prófugo, habituado a matar los cabritos de la familia, venderlos y lucrar para sí.
Así lo refrendó ayer la jueza de Género, Cecilia Laportilla (foto), al dictar la preventiva de Sandra Gorostiaga, en base a los delitos "abandono de persona calificado en modalidad de delito continuado y lesiones leves calificadas".
En audiencia, la instructora Malvina Lobos, del equipo de la fiscal, Andrea Juárez, señaló que todo hizo eclosión entre el 28 de agosto y 6 de diciembre del 2024 en el Bº Bosco II.
Hipótesis fiscal
"En diferentes circunstancias, en forma continuada y en pleno conocimiento de la situación e intención, la acusada mantuvo en constante peligro de vida a su hijo de 4 años, convalidando las agresiones por parte de su concubino", subrayó Lobos en el debate. Por la defensa, intervinieron los abogados, Hugo Smeriglio (foto), Juan Pablo y Juan Manuel Rovarini.
Según la Fiscalía, el padrastro (Álvaro Leiva) acostumbraba al niño de manera física y psicológica. Así, le provocó numerosas lesiones en diversas partes del cuerpo. "No obstante, la mujer resolvía no llevarlo al médico ni al jardín y tampoco denunciar los hechos", acotó Lobos.
Por ejemplo, el 8 y 30 de octubre del 2024, Leiva atacó al pequeño con un rebenque en la espalda; el 7 y 13 de noviembre lo lesionó en la boca. "Preventiva por existencia de peligros procesales", subrayó la funcionaria.
Criterio de la defensa
A su turno, Smeriglio instó "a la falta de mérito y detención domiciliaria" para Gorostiaga. Para el abogado, su representada también fue víctima de Leiva. Es más, dejó en claro que si ella no podía defenderse, mal podría proteger a sus hijos, de 12, 7 y 4 años, fruto de otra relación.
Sin verbalizarlo, Smeriglio dejó entrever que el único pecado de Gorostiaga quizá fue su silencio que atribuyó al terror por Leiva, más nunca a consentir "palizas" al nene de 4 años.
Graficó el abogado sobre la catadura moral de Leiva. Se puso en pareja con Gorostiaga en 2024 y desde el vamos descargó su furia en contra de toda la familia, hasta matándoles cabritos y gallinas.
Finalmente, la jueza dijo no al pedido de la defensa y envió a Gorostiaga a una comisaría con 4 meses de preventiva.