Especialista, preocupado por la "indiferencia y la indolencia" de la gente frente al dengue

"Hipócrates, el padre de la Medicina, 350 años Antes de Cristo, en sus aforismos decía que no hay peor elemento dentro de una epidemia que la indiferencia", reflexionó el reconocido médico infectólogo, Dr. Hugo Luis Pizzi, en una entrevista exclusiva con EL LIBERAL, sobre el comportamiento de la gente en estos tiempos de dengue.

Es la "indiferencia y la indolencia" lo que le preocupa a Pizzi, como también que la Argentina haya escalado al segundo lugar, según la OMS, detrás de Brasil con más contaminados por dengue.

El indiferente no te sirve ni como pareja, ni como ciudadano, ni como empleado, ni como nada", reflexionó el prestigioso infectólogo.

- ¿La curva epidémica del dengue muestra un descenso en la Argentina o el panorama es incierto?

Para contestarle tengo que hacer un diagnóstico de situación. La Organización Mundial de la Salud, a través de la Oficina Sanitaria Panamericana, acaba de dar los datos del año 2024, donde, en América, el primer país más contaminado es Brasil con diez millones doscientos mil casos. Y lo curioso es que le sigue la Argentina, que nunca estuvo segundo, estamos hablando del año 2024, con 590 mil, y recién viene México, que siempre fue segundo con 520 mil casos. Luego viene Colombia con 390 mil casos y Paraguay con 294. O sea que, el año pasado, hemos tenido una cantidad de casos que realmente hubo un aumento inusitado y nunca creímos que íbamos a llegar a eso y menos ser segundo después de Brasil en América porque no somos un país tropical. Nos estamos tropicalisando, pero todavía no somos un país tropical.

-¿Qué pasó para que la Argentina llegara a ese segundo lugar?

Empezó, hace aproximadamente dos o tres meses, los primeros casos de dengue que se adelantaron trece semanas. O sea, la aparición de los primeros casos de dengue, respeto a lo previsto según predicciones matemáticas epidemiológicas, se adelantó trece semanas, que es una barbaridad. Pero, después, por las fluctuaciones meteorológicas, que hubo mucho frío, de pronto unas líneas de calor, mucho frío nuevamente, entonces los huevos no eclosionaron en la cantidad que tenían que eclosionar, que son huevos puestos el año pasado, que entraron en latencia, huevos puestos por la hembra de Aedes aegypt que todavía están en estado de latencia y todavía no eclosionaron en su totalidad. ¿Dónde está el problema? El problema está en que aparentemente son pocos los casos, pero cuando eclosionen esos huevos, cuando tengamos ocho, nueve o diez días de calor constante, va a haber muchos problemas porque los huevos esos ya están contaminados. La hembra puso los huevos con el virus y van a nacer mosquitos con el virus.

- Ante este panorama, ¿hay riesgos de otro brote grande como el que ya tuvimos en el 2024?

Yo creo que Argentina siempre va a tener riesgos porque ya la enfermedad, a través de su artrópodo vector, el Aedes, y a través de la cantidad de enfermos que hemos tenido, ya sentó sus reales en todo el territorio nacional, pero no únicamente en lo que nosotros considerábamos clásico, porque lo clásico para nosotros era Noroeste, Noreste que ahí sí las temperaturas son tropicales o sub tropicales, sino que la zona Centro, donde está, por ejemplo, Córdoba, Santiago del Estero, Entre Ríos, Santa Fe, La Rioja y Catamarca, toda esa zona está muy contaminada. Después, el hecho muy llamativo es que pasó el Paralelo 42. El Paralelo geográfico 

42 es el que cruza Neuquén y Río Negro, que nunca pasó ni una vinchuca y ni un mosquito por ahí por las temperaturas gélidas, pero ya hay casos en Río Negro, en Chubut, poco, pero hay. Hay mosquitos en Bariloche, que nunca se vio eso. Quiere decir que el mosquito, directamente, invadió todo el territorio excepto la parte de Santa Cruz y de Tierra del Fuego.

-En virtud de todo esto, ¿se reforzó la vigilancia epidemiológica en el país?

Hay algunas jurisdicciones que han trabajado muy bien y hay algunas jurisdicciones que no han estado a la altura de las circunstancias. Debo decirle que nosotros notamos en la gente, en la población, mucha indiferencia. Le voy a dar un dato porque nosotros notamos tanta indiferencia y hasta le diría indolencia también. La Municipalidad de Córdoba, por ejemplo, tomó tres barrios. Córdoba tiene más de quinientos barrios, pero tomó nada más que tres. De los tres barrios, con camiones propios, sacó 150 toneladas de porquería, cacharros, elementos que estaban llenados los patios y que inclusive podrían ser criaderos de mosquitos porque receptaban agua, lluvia. Ahora, si eso nos llamó la atención a toda la gente que hace epidemiología, lo más contundente que nos dejó perplejo fue el hecho de que muchas de esas toneladas estaban en los techos. La gente llena los patios y cuando no tiene más lugar llena los techos. La gente no colabora. Hay un grupo muy pequeño que te colabora.

- Ante esa "indiferencia e indolencia", como usted dice, ¿cuál es el diagnóstico que usted hace de la situación?

Hoy, en el país, hay dos fotografías que están mostrando el verdadero diagnóstico de la situación, La primera fotografía es la que llaman a la gente a colocarse la vacuna, a colocarse gratuitamente y la gente no va. Se lo llama de una manera adecuada, de una manera certera. Hay jurisdicciones que han tenido ante el primer llamado una respuesta del 8% y hay otras que han tenido una respuesta del 12%, pero en general ha sido una indiferencia, una indolencia tremenda. Y la otra fotografía, que es la más triste de todas, es el grupo de gente criterioso o que padeció dengue o que tiene una sola dosis de la vacuna que está buscando en la farmacia o en la obra social, la segunda o la primera dosis o la forma de protegerse y no la consigue. Miré usted la disyuntiva: en un lado se la quieren dar gratis y no van, y en el otro lado no encuentran y buscan y se anotan en los distintos lugares para poder conseguirla apenas llegue.

- ¿Cuánto incide el costo elevado que tienen las vacunas? ¿Sería ideal vacunar a la mayor cantidad de gente posible?

Absolutamente. La incidencia es muy llamativa porque es muy cara la vacuna japonesa, pero aparte de ser cara, la logística de su aplicación también es muy complicado porque son dos dosis. Entonces, hay mucha gente que hoy está buscando la segunda dosis y no la consigue. ¿Dónde está el problema? El problema está es que hay más de un millón de personas que dese el año 1997, con la inundación de Tartagal (Salta), adquirieron la enfermedad. Ese fue el primer brote. Y después se fue diseminando por todo el país. Ese grupo de gente, que hoy prácticamente llega aproximadamente al millón de personas, está mucho más frágil porque ya tuvo dengue. Recuerde que el dengue es un solo virus, pero con cuatro disfraces, tiene cuatro serotipos que están catalogados como 1, 2, 3 y 4.

-¿Se toman medidas proactivas para combatir esta enfermedad?

Se le dice a la gente diciéndole que tenga limpio sus patios, que corte el césped, los yuyos porque el macho se alimenta de jugos vegetales. Entonces, si hay un macho alimentándose en el jardín o en el sitio baldío, va a estar la hembra cerca. Se le indica que pongan telas plásticas, esas que son accesibles. Estamos también insistiendo con el tul. El tul es doble ancho y es lo más barato. Al tul tenemos que ponerlo en las cunas, en las camas de los chicos. El tul es na barrera infranqueable para las pulgas, chinches, garrapatas, piojos, arañas, escorpiones, moscas y mosquitos. En todos los hospitales en donde atendemos dengue tenemos un tul para cada cama de los enfermos.

Recomendó a quienes viajen a Brasil, tomar los recaudos por el brote de gastroenterocolitis en las playas

El doctor Pizzi pidió a los santiagueños que viajen a Brasil, extremar los cuidados por el brote de gastroenterocolitis en las playas de San Pablo.

"El que va a Brasil hoy tiene que tener mucho cuidado y saber a dónde va. Lo primero que tienen que hacer, como van a entrar en un país tropical, es protector solar y arriba del protector solar, preste atención a este detalle, ponerse repelente", destacó. 

Pizzi explicó que los estados de Espíritu Santo, el de Río de Janeiro y el de Bahía "tienen problemas de dengue y de fiebre amarilla, pero además el resto del país tiene problemas de dengue".

La infección por norovirus humano genotipo 1 y 2 es la causa del brote de gastroenterocolitis que se registró en las playas de Brasil entre el lunes 6 y el martes 7 de enero y que aún están presente.

Según las muestras evaluadas, los pacientes atendidos por los servicios médicos en Guarujá y Playa Grande, donde se registraron la mayor cantidad de casos, es considerada el epicentro de los contagios.

"Hay que prestarle atención a la autoridad sanitaria cuando te pone el cartel "No se bañe acá". Ellos han puesto, en cada una de las playas problemáticas, una cosa que se llama UPA (Unidades de Pronta Atención). Hay médicos y enfermeras para brindarle atención y consejo a la gente", destacó Pizzi.