Madre e hija son abusadas y embarazadas por el mismo "monstruo" familiar en el Dpto. Figueroa

Un hachero-carbonero fue detenido en un paraje del departamento Figueroa, sindicado de abusar 13 años atrás de su hermana y, ahora, hacer lo propio con la hija de ésta, que sería fruto de la vejación pasada, es decir su hija.

Por donde se la contemple, esta historia se sostiene en lo peor de la conducta humana: abusos repetidos, agravados por el vínculo sanguíneo y una familia capaz de enjugar lágrimas inocentes y forzar la convivencia de víctima y victimario, sin un fin aparente.

El proceso expuso el terrible secreto de una mujer, de casi 30 años, quien agobiada por la pobreza había puesto a su hija bajo resguardo y responsabilidad de su madre.

Casa con muchos parientes

Mal pensó la mujer que la menor estaría protegida. La casa familiar aglutina a abuelos, tíos y primos en demasía, en una vivienda ubicada en un paraje del departamento Figueroa, a más de 35 kilómetros de la capital santiagueña.

Entre octubre y noviembre, la abuela informó a su hija que notaba rara a la nena de 12 años. Una incipiente pancita encendió luces de alarma. En menos de dos días, los profesionales del CIS Banda confirmaron lo peor: estaba embarazada.

Urgente, la menor reveló a su madre que el responsable era su tío, de 31 años B.H.M. Aquella sigla transportó a la mujer a 13 años atrás, una pesadilla que prefirió "olvidar" y hoy regresó de la peor manera. Con su hija corporizando un amargo y tortuoso "dejá vu".

La mujer formalizó la denuncia y el 1 de enero el sujeto fue apresado por efectivos de la Subcomisaría de La Invernada Norte (Figueroa). Formalmente, ha sido imputado por "abuso sexual con acceso carnal" de la sobrina de 12 años.

Redadas y jueza Casagrande

El allanamiento fue refrendado por la jueza, Érika Natalia Casagrande Valdueza, titular del Juzgado de Control y Garantías con Competencia Juvenil.

En forma simultánea, familiares, autoridades de la Fiscalía y expertos del CIS BANDA coordinaron la interrupción del embarazo, previsto por las normas legales.

El operativo médico fue concretado también casi en forma paralela a la caída del depravado. Ahora, la paciente es monitoreada por los médicos y psicólogos.

"Mi hija es resultado del abuso que sufrí 3 años"

Con su hermano preso, la mujer decidió ventilar toda su historia, sin matices claros aparentes. Este viernes acudió a la Fiscalía, a cargo de Florencia Tórrez Cianferoni, y amplió su denuncia: "Mi hija es resultado del abuso que sufrí en manos de mi hermano, entre los 12 y 15 años".

En la nueva presentación, la mujer recreó sus años negros de adolescente: maltratada por su hermano, conducida al monte y sometida a sus bajos instintos, durante 3 años.

Por ende, ahora Tórrez Cianferoni tendrá que reformular su estrategia. No tiene una, sino dos víctimas de abuso del mismo hombre: es decir, es tío y padre de la menor. Le ampliará cargos por el abuso sexual de su hermana, es decir hace 13 años.

Los expertos adelantaron que el 1º abuso no prescribió y el imputado enfrenta una dualidad de penas, con un tope de 20 años.

Cámara Gesell y doble ADN, clave en causas

Desde el lunes, la menor de 12 años estará lista para ser escuchada en Cámara Gesell, ante un psicólogo. No intervendrán adultos que no sean expertos en Psicología. Todo el trámite será visualizado y escuchado, por las partes desde una sala contigua. La Justicia pretende evitar la victimización de los menores, máxime víctimas de experiencias traumáticas que pueden minar o amenazar, su vida "normal".

La Fiscalía tiene facultades para requerir ADN y propiciar un entrecruzamiento genético entre el detenido y la menor. De confirmarse que es su hija, la conducta reprochada tiende a agravarse y, por ende, ser más alta la pena al momento del juicio.

Los médicos del CIS preservaron material genético. También se hará ADN, para establecer la paternidad y si las conclusiones son determinantes, adiós a su libertad al menos por dos décadas.