Sorprendieron al "Pelado" y a "Mauri" robando en La Piedad
Los "socios" emprendieron una audaz fuga por los techos de los monumentos. Uno acabó esposado. El otro, al caer. Botín, bronce, sillas, herramientas y mucho más.
Distendidos, relajados y desafiantes del silencio sepulcral en el cementerio La Piedad, "Mauri" y el "Pelado" fueron sorprendidos tomando por asalto el predio y rapiñando cuanto objeto encontraban a su paso.
A las 14.20, el dúo fue divisado por un policía que cubría adicional en la necrópolis. El epicentro del robo a mansalva eran las calles 515 y Güemes prolongación.
Dentro del cementerio, los profanadores han sido descubiertos en el Sector 4. Cuando el policía les gritó, los sujetos arrojaban hacia fuera del predio, tapia perimetral mediante, un "arsenal" de objetos.
La necrópolis, copada
En 5 minutos los efectivos de Robos y Hurtos rodearon "La Piedad" y los maleantes emprendieron una alocada retirada trepando por los techos de los monumentos.
Sin embargo, la suerte le fue esquiva a uno, quien terminó en el tierral en inmediaciones de calles 515 y Güemes prolongación.
Ya esposado, fue identificado como Mauricio Ibáñez, apodado "Maury". Sí pudo alcanzar la calle su cómplice, Carlos Gómez, apodado "Pelado", confiaron los voceros policiales.
Los secuestros
Después de transpirar más de la cuenta, por recorrer el amplio espacio de "La Piedad", los funcionarios acopiaron todo lo robado, hallado dentro y fuera de las instalaciones.
En principio, se trataba de 2 sillas plásticas, una banqueta, una mesa plegable de madera, 2 baldes plásticos, otros 2 de albañil, un trapo de piso, una cuchara de albañil, un termo color verde, 5 aerosoles para ambiente, una espátula, un cortafierro, 5 placas de bronce, 2 candados y una pala ancha, solo por citar lo visible.
Insultando a medio mundo, "Mauri" fue lanzado a la caja de una camioneta policial, rumbo a la Seccional 59. el fiscal de turno, Martín Silva, lo habría imputado por robo y al cierre los policías buscaban en la zona oeste al prófugo.
Para los investigadores, dentro del cementerio aún había más bienes listos para ser retirados por los dos sujetos, al parecer con antecedentes similares.
Guerra sin cuartel a la larga cadena delictiva
El fiscal Martín Silva se les unirá al grupo de fiscales que libran una guerra contra los profanadores, ladrones y rapiñadores de La Piedad.
El último gran golpe lo asestó Celia Mussi, al "tumbar" a una banda que robaba objetos de bronce y "engordaba" las arcas de varias chatarrerías con materia prima de dudosa legalidad, extendiéndose el jugoso negocio hacia la jurisdicción bandeña.
Les fueron pintados los dedos a cartoneros, chatarreros, dueños de chatarrerías y profanadores. En el proceso, Mussi incautó puertas, manijas, cables, material preciado en el submundo del bronce y el cobre.