Matías García, de La Banda a vivir la experiencia de fútbol maltés
Hace siete años que se fue para salir de un mal momento y hoy es pieza clave en Floriana, un equipo con el que lucha por el título para llegar a la Champions.
El fútbol es un deporte que, más allá de ser el más popular del planeta, también presume de todo lo que conlleva vivirlo y sentirlo de una manera muy especial.
Con el fútbol se pueden herir sentimientos, sufrir, disfrutar y gozar. El objetivo, por lo general, apunta siempre es el éxito y más cuando se trata de defender colores que casi no dan lugar al fracaso o las decepciones.
El título es lo mejor que le puede pasar a cualquiera de los equipos y si éstos son de menor jerarquía, el sacrificio, el esfuerzo y todo lo demás, es considerado como un premio doble. Pero también está la otra mitad del fútbol. Son aquellos que empujados por un sueño o un proyecto de vida, dejan todo para seguir luchando y van en busca de lo que más saben hacer: correr detrás de una pelota. No importa la distancia ni tampoco el lugar.
"Hace siete años que estoy en Malta. Vine desde la Reserva de Belgrano de Córdoba en el 2017 para jugar en un equipo chico de Primera División que se llama Senglea. Ahí estuve dos años hasta que me sumé a Floriana donde fui campeón en la pandemia y sigo aquí", comentó Matías García, un futbolista de 28 años, con inicios en el fútbol en la escuela de René "Pinino" Ruiz del Club Atlético Sarmiento de La Banda y con acento bien santiagueño.
"Me vine a Malta porque (Leonardo) Madelón, que llegó después de que se fuera el Ruso Zielinski como técnico de Belgrano, no me tuvo en cuenta entre los cinco jugadores de la Reserva para hacer la pretemporada con la Primera. Para mí fue un golpe muy duro porque tenía la sensación de que podía estar, pero quedé afuera cuando dieron la lista", recordó García que admitió que la noticia de su sorpresiva marginación de la pretemporada del "Celeste" tuvo un efecto anímico y emocional muy negativo.
Fue ahí que por su propia voluntad e insistencia decidió irse del club cordobés para buscar una nueva oportunidad.
"Me quería ir sí o sí de Belgrano. Estaba muy triste y decepcionado a la vez. Fue ahí que le pedí a mi mánager que me buscara un nuevo club", afirmó Matías que es hijo de Gustavo García, ex presidente de Sarmiento de La Banda.
Y fue el humilde Senglea que lo recibió con los brazos abiertos al bandeño. "Es un equipo de los que se dicen "chico" y que en ese momento estaba jugando la promoción. Ahí estuve hasta el 2019 para luego pasar al Floriana donde estoy en la actualidad", contó el futbolista que juega como volante central.
El presente de Floriana en Malta es de los mejores ya que es líder del torneo de Primera división. "Estamos compartiendo la punta con otro equipo, pero somos primero en la tabla por diferencia de gol", explicó el bandeño.
La historia marca que Floriana llegó a disputar con el santiagueño en el equipo los playoffs de la Liga de Campeones y la Europa League. "Quedamos afuera de los playoffs de Champions y después jugamos la Europa League. En este torneo hice un gol contra Linfield de Irlanda del Norte y después quedamos afuera por penales ante un rival de Estonia", agregó.
Para marcar un poco la diferencia con los otros equipos en Malta, Matías lo puso entre los que siempre tienen la obligación y la presión de pelear por objetivos importantes.
"Es uno de los más ganadores en la historia del fútbol maltés y que siempre debe estar peleando por cosas importantes", indicó. El fútbol, así como genera sentimientos de pasión y emoción, también le da lugar a situaciones que muchas veces es difícil de evitar. Más si la vida del futbolista profesional depende también de contratos y especialmente obligaciones familiares.
"Yo estoy en Malta con mi mujer Ana Sol González Scrimini y mi hija que también son de Santiago. Gracias a Dios tengo el apoyo de ellas siempre y me hace muy bien tenerlas a mi lado. Cuando vuelva a Santiago quiero disfrutar de un rico asado", añoró el santiagueño que es otro de los que hoy nos representa en el mundo y en el deseo de triunfar.
Se nacionalizó en Malta y fue convocado a la Selección
Matías García también tuvo una experiencia que tal vez nunca se hubiera imaginado en su carrera profesional: ser convocado para jugar en el seleccionado mayor de Malta.
"Después de llevar cinco años jugando en Malta, un técnico italiano que estaba al frente del seleccionado en aquel momento fue el que me convocó para formar parte del plantel. A mí me dieron el pasaporte de la nacionalidad por mérito deportivo en el país y eso me llevó también a la citación. Debuté en un amistoso contra Venezuela. Perdimos 1 a 0 con un gol de Salomón Rondón creo. El amistoso se jugó en Malta en julio del 2022", rememoró.
Una lesión en la rodilla que lo dejó afuera de la cancha por un tiempo considerable, fue un factor muy en contra para el santiagueño que perdió su lugar en el seleccionado maltés. "Estuve mucho tiempo parado por una tendinitis rotuliana y eso no me jugó a favor de la Selección. Además también cambiaron de entrenador", comentó.