Algarroba, fruto de bien: se cosechan miles y miles de kilos durante diciembre y enero en Santiago del Estero
Es reconocida por sus propiedades energizantes y su versatilidad.
La temporada de cosecha de algarroba, también conocida como chaucha, comenzó en diciembre en Colonia El Simbolar, donde la Cooperativa Apícola Agrícola Agronaciente Limitada, lleva adelante un trabajo sostenido en la recolección de este fruto. Aunque el inicio se retrasó debido a las lluvias, en un solo día lograron recolectar más de 4.000 kilos, lo que marca un buen comienzo para la temporada, que se extenderá hasta mediados de enero.
La algarroba, fruto del árbol Prosopis alba, es reconocida por sus propiedades energizantes y su versatilidad. Se utiliza principalmente para la producción de harina, un alimento apto para personas celíacas debido a su ausencia de gluten. Además, contiene fibra y nutrientes esenciales que la convierten en una opción saludable y natural. También se destaca por su sabor dulce, que permite crear productos como el café de algarroba, una infusión que funciona como alternativa a la cafeína.
Entre sus aplicaciones, se incluye la producción de algarrobina, un jarabe concentrado que se obtiene al hervir las vainas y que puede ser consumido como endulzante natural. Este tipo de productos, además de ser accesibles económicamente, tienen un impacto positivo en la dieta de las comunidades locales y en mercados especializados de otras regiones, como la Patagonia y Buenos Aires.
Recolección
La recolección de algarroba no es un proceso sencillo. Para obtener las vainas, es necesario limpiar previamente el terreno debajo de los árboles, una tarea que involucra a más de 100 familias relacionadas con la cooperativa. La mayor parte de la cosecha proviene de montes nativos, aunque también se recolecta de plantaciones realizadas entre 2003 y 2006, como parte de un programa de reforestación que cubrió 800 hectáreas en la zona.
Actualmente, la demanda de algarroba alcanza los 25.000 kilos, pero las limitaciones en la limpieza de las plantaciones impiden aprovechar el total disponible. Según Ramón Antonio Cuellar, representante de la cooperativa, el potencial de producción podría superar ampliamente las cifras actuales.
Familias algarroberas
La Cooperativa Agronaciente, fundada en 1997, evolucionó desde sus inicios apícolas hacia el aprovechamiento forestal, con un enfoque especial en el algarrobo. Este fruto, que muchos de los integrantes consumieron desde niños, no solo forma parte de su historia personal, sino que también es un motor económico para la comunidad de la zona, compuesta por decenas de familias que están involucradas en diversas tareas.
Además de la harina y el café, la cooperativa trabaja en la elaboración de alimentos balanceados para animales y busca expandir su mercado a través de redes sociales y colaboraciones con universidades nacionales. Aunque la producción aún es artesanal, los productos de algarroba están ganando terreno por sus propiedades y su sabor distintivo, despertando interés incluso en consumidores fuera del país.