Milei comete el mismo error que Macri y desperdicia una oportunidad histórica para castigar la corrupción
Por Jonatan Viale OPINIÓN
La corrupción avanza y hoy es un día que festejan los corruptos y los terroristas. Se cayó la sesión de la Ficha Limpia y se cayó el juicio en ausencia, clave para la causa AMIA.
La señora está destapando un champagne para agradecerles a los diputados que faltaron e hicieron caer la sesión a propósito.
Yo no me trago más el versito de los problemas de salud. Estos diputados siempre se enferman cinco minutos antes de las sesiones importantes, y la Ficha Limpia es un contrato social básico e indispensable en cualquier país del mundo. Es simple: los ladrones condenados en primera y segunda instancia no pueden ser candidatos, se llamen como se llamen: Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Javier Milei, Karina Milei, Sergio Massa, Axel Kicillof, Juan, Pedro, Traniela. Es vergonzoso, repugnante y bochornoso que el Congreso rechace esto.
Faltaron ocho diputados de La Libertad Avanza: Pablo Ansaloni, Carolina Píparo, María Lorena Macyszyn, Emilia Orozco, José Peluc, Santiago Santurio, Álvaro Martínez, Marcela Pagano. Es decir, faltaron ocho legisladores sobre 39 del bloque libertario. Se ausentó el 20% del bloque. Es extraño, considerando que Milei había instruido a todos sus diputados a acompañar la Ficha Limpia.
Hay casos muy particulares, como el de la diputada Píparo, quien el 20 de noviembre pasado escribió que la falta de quórum era "inaceptable" y "una vergüenza", pero hoy faltó.
También faltaron otros diputados no kirchneristas. Se ausentaron tres diputados del PRO: José Núñez, Aníbal Tortoriello y Gabriel Chumpitaz; tres diputados radicales: José Tournier, Natalia Sarapura y Carlo Rizzotti; y seis diputados del bloque Encuentro Federal: Miguel Pichetto, Nicolás Massot, Alejandra Torres, Ricardo López Murphy, Jorge Ávila y Natalia de La Sota.
La sensación es que la casta protegió a la casta. Otro ejemplo concreto es la diputada libertaria Emilia Orozco, quien frecuenta el programa ¿La Ves? y se la pasa diciendo que "combate a la casta", pero hoy faltó alegando que se desmayó. "Me estaban poniendo suero en el anexo", dijo. ¿Será posible que te desmayas cuando faltan cinco minutos para dar quórum para una de las leyes más importantes de la historia argentina?
Hoy le regalaron el pasaje para la próxima elección a Cristina Fernández de Kirchner. Las razones no están claras: ¿será que el gobierno necesita a Cristina en la cancha para polarizar? ¿Será que hay un pacto? ¿No era que Javier Milei venía a "clavar el último clavo del kirchnerismo"? No lo sabemos, pero esperamos que no haya un pacto, no solo porque sería gravísimo desde el punto de vista institucional, sino también porque sería un gravísimo error político.
El gobierno de Mauricio Macri cometió el mismo error. ¿Qué pasó con su gestión?
1-Salió del cepo
2-Tenía el dólar controlado
3-La CGT no le hacía paros
4-Fueron presos todos los corruptos (José López, Lázaro Báez, Ricardo Jaime, Amado Boudou, Julio de Vido)
5-Le ganó a Cristina Kirchner en 2017.
Todo venía bárbaro. Parecía que el kirchnerismo estaba knock out, pero Macri no se animó a enterrar al kirchnerismo. Me consta que se comentó mucho: "A Cristina, dejala en la cancha, la necesitamos para confrontar". Ya se sabe cómo terminó la historia, con Alberto Fernández como presidente, Cristina Kirchner como vicepresidenta y Sergio Massa como ministro. Un desastre, volvieron y rompieron todo.
En la Argentina, en algún momento ser corrupto tiene que tener un castigo. Alguna vez hay que construir un país donde el delincuente no pueda ser candidato a nada, vaya preso y devuelva la plata que se robó. Es urgente recordar esto: el condenado Amado Boudou, ya condenado, fue ovacionado por el Senado. La delincuente Cristina Kirchner, ya condenada, le entregó la banda a Javier Milei. Y encima, esta persona condenada cobró, en noviembre, una jubilación de privilegio de $35.255.257.
Ya es suficiente. Basta de impunidad, basta de chorros riéndose en nuestra cara. Hoy, lamentablemente, es un nuevo día en el que la corrupción avanza.
Opiniones libres; hechos sagrados.