El Gobierno busca un repunte del consumo para las Fiestas
Por José Calero.
La desaceleración de los precios mayoristas en octubre, al 1,2%, envalentó al Gobierno para seguir buscando caminos para reducir el costo de vida a la zona del 1 por ciento.
El presidente Javier Milei acaba de asegurar que la economía está en un momento "absolutamente floreciente" y destacó la baja de la inflación. Un dato clave es que cayeron los precios en los productos importados, uno de los rubros en los que el equipo económico está poniendo la lupa para impulsar un descenso de la inflación.
Con ese objetivo, a la reciente decisión de ampliar de u$s 1.000 a u$s 3.000 el monto para traer productos vía Courier, y otras decisiones vinculadas con alentar la llegada de productos desde el exterior.
La información que manejan las empresas es que esta tendencia se acentuará en las próximas semanas, ya que el Gobierno considera que muchos sectores de la economía aún no ajustaron los precios por la baja del dólar, y mantienen costos estimados a una divisa de u$s 1.500.
Para el equipo económico, aún hay camino por recorrer para seguir desacelerando precios. Sobre todo si, como anunció el presidente Javier Milei, se recudirá el ritmo de depreciación del peso del 2% al 1% mensual (crawling peg).
Las expectativas de un dólar quieto ayudaron a reducir los precios importados, y se espera que en noviembre la tendencia se profundice. El objetivo oficial es que la mejora en algunas actividades empiece a ser acompañada por un rebote del consumo, y la expectativa es que esa mejora ya se empiece a notar en estas Fiestas.
El economista Gabriel Caamaño destacó que existe una baja del tipo de cambio de exportación, que se profundizará con la eliminación del impuesto PAIS. Incluso, Milei piensa que la eliminación del impuesto PAIS a partir del 24 de diciembre próximo derivaría en una deflación. Ahora, el Gobierno piensa en cómo apuntalar el proceso de desinflación, para lo cual una herramienta clave sería seguir alentando las importaciones en sector claves vinculados al consumo. Uno de los sectores en foco es el de la indumentaria, que experimentó subas fuertes en la primera mitad del año y constituye un rubro clave para las Fiestas.
En las conversaciones que se vienen manteniendo desde principios de año, el Gobierno pone el énfasis en la necesidad de que algunos sectores industriales mejoren su productividad y aprovechen el escenario "pronegocios" que impulsa la actual administración. Por ejemplo, el economista, Martín Vauthier, asesor de Caputo, destacó que el 1,2% que arrojaron los precios mayoristas en octubre se trata de la menor inflación mayorista desde mayo 2020, y la más baja para un mes de octubre desde 2016.
El nivel general del Índice de Precios Básicos del Productor (IPP) registró un incremento de 1,4% en el mismo período, como consecuencia de la suba de 2,1% en los "Productos primarios" y de 1,1% en los "Productos manufacturados y energía eléctrica". Estos datos contribuyen a esperar una menor inflación en noviembre.
El Gobierno aspira que la reactivación del consumo también llegue vía una fuerte desaceleración de los precios de alimentos y bebidas, rubros en los que el equipo económico está disconforme con el ritmo de remarcaciones.
Ante las versiones de que abría más apertura importadora, la Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió que no se puede abrir el comercio internacional sin igualar las condiciones para las industrias nacionales para evitar seguir perdiendo empleos. Dijo que la carga fiscal y la falta de infraestructura son "las principales barreras contra la competencia". La UIA pidió avanzar en una agenda de mejora de la competitividad y desarrollo industrial del país, en paralelo a las medidas de apertura del comercio internacional.
Las autoridades de la Junta Directiva coincidieron en que si no se resuelven los problemas de competitividad del país, desde la baja de impuestos, las mejoras en infraestructura y conectividad, la promoción de inversiones nacionales y la modernización de los regímenes laborales, avanzar solo con políticas de apertura comercial está teniendo consecuencias negativas, especialmente a las PyMEs, y también en el empleo donde se perdieron más de 30 mil puestos de trabajo industriales desde agosto del 2023.