Testimonios de sus sobrinos hunden al peluquero "pedófilo"
Una víctima aludió a videos porno en plenas vejaciones. Le agravarían cargos. Junto con su madre, rechazó pericias psicológicas. QUIMILÍ, MORENO Adolescente de 14 y hermano de 9 años sepultan cualquier atisbo de libertad
Una adolescente de 14 años y su hermanito, de 9, hicieron añicos el optimismo en zafar de las acusaciones de abuso y pedofilia de su tío peluquero, al atribuirle vejaciones sexuales y forzarlos a contemplar videos pornográficos, resuelto en potenciar sus perversas inclinaciones sexuales.
Detenido en Quimilí el 5 de noviembre pasado, el peluquero enfrenta múltiples cargos por abusos de sus sobrinos de 9, 11, 14 y 15 años, según se desprende del proceso que modelan las fiscales Yésica Lucas, Cecilia Larred y Vanina Aguilera.
En Cámara Gesell, el niño de 9 años señaló que su tío le hacía cosas "hace rato". Entre confundido, inocultable negación e ingenuidad, habría relatado que su tío lo vejaba, dejando entrever que no siempre lo padeció en el mismo escenario. Su hermano de 11 padecería un retraso madurativo, lo cual frustró el procedimiento.
Sin perder tiempo, fue el turno ayer de los hermanos, de 14 y 15. El ultimo habría informado que en una ocasión su tío lo manoseó en sus genitales y después quedó paralizado por cierta timidez y pudor.
No ocurrió lo mismo con la joven de 14 años. Ésta habría confirmado abusos sexuales de distinta índole, en casa del peluquero. Sugirió que las desviaciones sexuales del sujeto arrancaron con ella de víctima (videos porno mediante), hace fácil cuatro años. Un detalle nada secundario: ningún niño asoció a su abuela con tamañas calamidades.
Dos semanas después del escándalo, las fiscales cortaron por lo sano y ya requirieron turno para la audiencia de preventiva del peluquero, quien desde ayer es asistido por el abogado, Carlos Ríos López. En tanto, la madre (también presa) es representada por, Felipe Villalba.
Un experto en tecnología deslizó a esta redacción que habría 4 videos y una treintena de fotos que comprometerían al detenido: en uno, se habría filmado sus zonas intimas; también, abusando a un sobrinito y en otro, mientras le practicaban sexo oral.
Para los psicólogos, su naturaleza sexual gay mutó en tórrida perversión, cuyas involuntarias víctimas resultaron 4 menores. Ninguno de los detenidos accedió a pericias psicológicas y resta conocerse el contenido del celular del peluquero.