A diez años del ascenso en San Juan, la piedra fundacional de Central Córdoba
Víctor Riggio, el DT de aquel inolvidable logro, recordó esa epopeya en una entrevista con EL LIBERAL. "No fue fácil el comienzo, pero fue muy feliz el final así que yo tengo un recuerdo imborrable", señaló el "Tano". CENTRAL CÓRDOBA
Central Córdoba hoy parece consolidarse en la máxima categoría del fútbol argentino y está a punto de jugar su segunda final de Copa Argentina. Un presente que empieza a emparentarse con las mieles del éxito, pero totalmente impensado años atrás.
Es que al repasar la historia del "Ferro", encontramos que jugó la primera edición del viejo Nacional B, en 1986. Y descendió en 1992. Desde ahí, pasaron 22 años hasta que el 12 de noviembre del 2014, después de mucho sufrir y trajinar, regresó a la segunda categoría del fútbol argentino.
Aquel desempate en San Juan, que Central le ganó 3 a 2 en tiempo suplementario a Unión Aconquija de Catamarca (luego de estar dos veces en desventaja en el marcador) representa la piedra fundacional de este presente del club del barrio Oeste.
A 10 años de aquella epopeya, EL LIBERAL tuvo un mano a mano con Víctor Riggio, el entrenador que guio al equipo en una campaña que arrancó muy mal y terminó de la mejor manera.
"Es un orgullo verlo así a Central Córdoba, lógicamente que uno se siente un poquito, parte porque arranca ahí, porque hacía 22 años que no se conseguía nada. Me da mucha alegría haber dado ese primer paso, comparado con esto es un paso, pero en su momento era algo muy grande, fue demasiado importante y consolidó los deseos y empezó a consolidar las estructuras que hoy lo tienen ahí donde está", reflexionó Riggio.
"Me llena de satisfacción haber logrado algo tan importante después de 22 años. Fue un enorme reconocimiento, en ese momento, a una comisión directiva y a una hinchada que arrancamos con un poquito de resistencia, pero después terminamos de buena forma el año, con un ascenso tan ansiado", continuó el "Tano".
Es que ese comienzo fue con tres derrotas en fila: debutó con un 0-2 en Jujuy ante Zapla, después perdió de local 2 a 1 con Juventud Antoniana de Salta y en la tercera fecha perdió de visitante el clásico con Mitre, por 2 a 0.
"No fue fácil el comienzo, pero fue muy feliz el final, así que yo tengo un recuerdo imborrable de haber vivido esa alegría junto a la hinchada de Central Córdoba, con un plantel enorme. Antes de jugar el desempate metimos una racha de ocho partidos sin perder, con apenas un empate, el 4 a 4 con San Jorge en Tucumán, que nos dejaba vivos", recordó el DT que recientemente ascendió con Central Norte de Salta.
Riggio recuerda aún lo que fue el regreso de San Juan a Santiago: "La alegría de la gente era increíble, en todos los pueblos vecinos la gente estaba afuera con la camiseta puesta, fue realmente muy lindo, una experiencia y un logro muy importante para mi carrera".
En aquel plantel daba sus primeros pasos un tal Leonardo Sequeira, pero también había muchos chicos del club. "Además de Leo estaba Matías Pato, Chura Salto, Kily Vega, Curi Salvatierra. Esos chicos, cuando llegué yo, los vi jugar en la primera local en un estadio donde festejaban los goles tirando tierra para arriba, era chistosísimo. Vi las condiciones que tenían y no podía creer cómo no estaban en el plantel del Federal A. También estaban Lucas Diarte y Joaquín Ledesma. Fue un plantel de chicos santiagueños con muy buenos refuerzos, de jerarquía y experiencia, armamos una hermosa banda", rememoró.
Para el DT fue importante el respaldo dirigencial. ""Tuve un gran apoyo de Pancho Pece y de toda la dirigencia en esos momentos como el Tano Abruzzesese, Sigo teniendo relación con Pancho Rojas, que ya estaba y fue uno de los mentores de mi llegada, junto a Pancho Pece y "Vicky "Trejo, también tengo relación con ellos, nos hablamos nos saludamos, recibí de todos ellos las felicitaciones ahora en este ascenso con Central Norte. Son situaciones que se extienden por encima de los logros porque queda la amistad", comentó.
Momento duro
Tras aquella derrota en el clásico, Riggio estuvo cerca de dejar su cargo. Incluso, al final de una práctica, recibió la "visita" de un grupo de barras en el vestuario. "Hablé con los hinchas y les dije, los voy a sacar, ustedes tienen que creer". Y ante la pregunta sobre si lo quisieron agredir, fue tajante: "No, no. Fue diálogo nomás. Les dije que me hacía responsable de todo y que los iba a sacar. A partir de allí no perdimos más, después dimos la vuelta".
Riggio ya había pasado por situaciones similares. "En Atlético Tucumán también me pasó. Nosotros, los técnicos, pasamos por esas cosas. A mí me ha tocado dirigir en todo el interior los equipos más grandes, y los equipos grandes tienen mucha presión. Y hay momentos que hay que soportar la presión y hay que entender al hincha", contó
Y agregó: "Tuvo un final muy feliz. Me acuerdo de que uno de los líderes después lloraba conmigo allá en San Juan. Y tengo la bandera guardada que me hicieron, que decía perdón Riggio y muchas gracias, una bandera enorme que me hicieron el día del festejo. Son historias que uno no olvida"
Por último, el "Tano" les dejó un mensaje a la gente de Central: "A los hinchas de Central Córdoba, a la institución, a los dirigentes que me acompañaron, a los que están ahora, a todos los que fueron partícipes y a la gente de ese plantel enorme, les digo que se merecen todo esto, que disfruten y que da gusto haber participado en su momento en el primer logro importante después de tantos años. Y que hoy vivan este presente, me da mucha alegría".