Día de la tradición ¿Qué tradiciones queremos que se mantengan?
Por Francisco Viola.
Hoy 10 de noviembre se celebra en Argentina el día de la tradición. Se recuerda el nacimiento de José Hernández, autor del Martin Fierro, alguna vez sindicada como la biblia Criolla. Más allá de lo rimbombante del título, el libro muestra una forma de ver el mundo asociada con un momento histórico, un lugar geográfico y una idiosincrasia determinada. No representa en sí mismo a la argentinidad (crisol de razas, historias oficiales y de las otras, inmigración forzada, descendientes de barcos y de los que habitaban aquí, inequidad social y de instrucción, capacidades variopintas que cimentar una enorme diversidad que, para mí, siempre debe ser vista como una riqueza).
Ahora bien, si leemos el "Martín Fierro" con cierta disposición y tranquilidad encontramos en sus páginas lo que se llama "verdades" que son inmunes al paso del tiempo. Así veremos que existe una valoración del esfuerzo, de la honestidad, del coraje, del valor del trabajo y de la familia, y de la convicción. En definitiva, eso es lo que identifica a la tradición: "Transmisión de noticias, composiciones literarias, doctrinas, ritos, costumbres, etc., hecha de generación en generación" (según la RAE), agrego, con una idea de postular lo positivo. Aunque siempre el ser humano tiene eso y algunas cosas que no son tan buenas. Pero eso bueno se buscar trasmitir a las demás generaciones.
Sin embargo, lo sabemos, los descendientes que tengamos no siempre leen las mismas noticias y ni siquiera las leen del mismo modo; a veces, escuchan otra música (aunque nos duela el oído o el alma, en ocasiones es reggaetón); sobre las lecturas hay alguna discusión sobre los hábitos de lectura. Se dice que esta generación no lee como leían las anteriores, aunque no está probado. Yo creo que la lectura no es lo habitual como norma en ninguna generación, por más que siempre podemos encontrar gente muy leída. Sobre las doctrinas ha habido muchos cambios en nuestro país. Eso lejos de ser malo, hay que verlo como un avance, porque los Derechos Humanos que son doctrina- han crecido en estas generaciones, lo que sería una nueva tradición muy deseable y hoy debería ser posible lo que relata el Martin Fierro. Sobre ritos y costumbres allí hay un problema. Pero no por razones de moral. Creo que los ritos son siempre decisiones contemporáneas, porque el ritual debe existir como parte de los procesos de encontrarse y reconocer al otro. Los rituales, en definitiva, toman consistencia, crean valores y son útiles socialmente cuando se los comparte. Las costumbres son variadas siempre y es bueno que no prevalezcan como regla inflexible, para no perder la capacidad de adaptarnos un poco a los demás, lo que genera mayores vínculos, más respeto y un grupo humanos más saludable.
¿Entonces? Pues siempre es bueno pensar cuáles son las tradiciones que aun queremos que se mantengan, pero sobre todo porque esas son las tradiciones que queremos que perduren. ¿Qué valor está detrás? ¿Qué permite el ritual que nos gusta como cotidiano o excepcional? ¿Qué costumbre enriquece el cuerpo, la mente, el espíritu? ¿Qué parte de nuestra cultura nos hace sonreír, emocionarnos y sentirnos mejor cuando la evocamos o nos sumergimos en ella? Luego, lo concreto, si decidimos que queremos trasmitir, no dejarlo librado a lo aleatorio, sino construirlas desde la identidad, desde la diversidad, desde el acuerdo, desde la inteligencia emocional, desde la integración, desde los afectos, desde la escucha de las realidades tan diferentes que hay. Simplificando, desde la educación dedicada, seria y responsable.