Santiago

La Telesita baila danzas contemporáneas y folclore electrónico en "Árbol Solo"

La artista santiagueña, Miri Fioramonte, pone en escena, en Buenos Aires la obra "Árbol Solo el Rezabaile de la Telesita". Innovadora y revolucionaria versión de la tradicional leyenda.

Miri Fioramonti se fue de Santiago, pero Santiago del Estero no se fue de ella, quedó para siempre en su corazón, en su ser. 

En sus trabajos artísticos la referencia al lugar en el que nació –en ciudad Capital- está permanentemente, como sucede ahora con el nuevo espectáculo que presenta en Buenos Aires, donde reside, y que se llama "Árbol Solo, el Reabaile de la Telesita. 

Tradición y modernidad confluyen en la puesta de este espectáculo que reúne a bailarines de Buenos Aires y Santiago:

En un zoom exclusivo con EL LIBERAL, Miri habló del desafío que significó hacer un abordaje no convencional sobre la Telesita.

- ¿Hubo algún disparador en especial que te llevó a realizar la obra?

Antes de la época del Covid empecé a gestar esta idea de trabajar con la alegría, con el cuerpo básicamente. 

-¿"Árbol Solo" es una reinterpretación del Rezabaile de la Telesita?

Exactamente, Hace mucho tiempo que venía pensando en hacer algo con la Telesita. Me convoca desde muy chica como esas leyendas con las que uno ha crecido, como el Almamula, El Kakuy y todas las que estuvieron en la imaginación de mi infancia. Y la Telesita me conecta aún más profundamente con mis raíces. Lo que hago con esta leyenda es una lectura poética a través de la danza contemporánea, porque es una obra de danza contemporánea y folclore electrónico. El deseo era traer a la Telesita, siendo una tradición tan antigua santiagueña, a algo más contemporáneo y, quizás, aproximarla a la juventud, que es un tema que me convoca particularmente como es el acercar a la juventud a las tradiciones ancestrales argentinas.

-¿Qué lenguajes, dentro de la danza, utilizas para acercar a la juventud a esta leyenda y hacer esa relectura de la Telesita?

Es una leyenda riquísima. Tiene muchos niveles de interpretación, de significado, de análisis, Me fui aproximando como si fuese una arqueóloga: levantando capas y capas y capas, Esa idea de las capas es la que me llevó a la idea de dirigir a tres coreógrafos y proponerles que cada uno tomara una parte de esa travesía que es un rezabaile. El primer coreógrafo, Miur Nagur, trabajó con elementos de la danza butoh, que es una propuesta gestual, del gesto no domesticado, el grito existencial, la forma de encarnar la existencia humana con todos sus dramas. Luego está Juan Onofri que su lectura del movimiento es desarticular el cuerpo y convertirlo, evidentemente, en una materia vibrante. Le propuse trabajar con una cueca, que no es una referencia literal a la cueca propiamente dicha, sino que es una cueca electrónica. Es una máquina de generar gestos folclóricos, desmontar el gesto folclórico para revisar como pisamos, como levantamos los brazos y como sentimos el pulso en nuestro cuerpo. Y la tercera coreógrafa es Andrea Severa. Ella, que es una curadora de lo espontaneo y de la vitalidad de la danza urbana, es quien resuelve el tema del día, el tema de a fiesta, del renacer de la Telesita.

-Cuando se hace una relectura, no necesariamente, se trastocan ciertos aspectos de la obra. Por lo que he leído, el final del Rezabaile de la Telesita no es tal como lo conocemos.

Yo quería enriquecer la imagen de la mujer siendo Telesita, como uno de los aspectos de tantos aspectos de las mujeres. Es una obra muy femenina. Yo quería sacarla a la Telesita de esa idea de la mujer pobrecita, del monte, la indefensa. No estoy poniendo en duda la veracidad de la leyenda o los datos porque se me escapan de las manos, yo no soy una especialista y no me metí en eso. Simplemente fue como imaginé yo una mujer que es cualquier campesina, a la hilandera. Todo eso y como lograba unir esa Telesita, que es pura pasión, vitalidad y que usa su cuerpo que da placer y se termina incendiando. Yo la quise sacar de lo trágico y uní la idea de una campesina cualquiera que, silenciosamente tejiendo, gestiona y revitaliza el tejido social invisible porque la obra habla todo el tiempo del tejido. Esa campesina, al final de la obra, se convierte en la Telesita.

- Cuerpos en movimiento en el escenario y una hilandera silente que observa. ¿Esa hilandera es la metáfora de quien teje y entreteje esa historia y revela cuestiones sociales?

Total, total. Ese es uno de los grandes sentidos de esta obra. La Telesita ya está muerta. Entonces, la hilandera representa la actualización de esa mujer, de esa potencia que es una mujer. Estos promesantes son los que ponen su baile y revitalizan ese monte, ese tejido social que ella se encarga de estar todo el tiempo transmitiendo el conocimiento. Ese tejido social que baila es el que vuelve a otorgarle vitalidad a esa mujer estática que termina saliendo de su altar para coronarla como la Telesita. Tiene que ver con la resiliencia y revitalizar y renacer que con solo morir. 

-¿Qué revela la chacarera que has escrito para la obra?

La chacarera que escribimos con Marcelo Moguilevsky y que canta Feli Colina tiene ese sentido de la alegría que caracteriza a este ritmo. En el estribillo dice: "No soy un alma en pena. Pena es no poder bailar". Yo quería eso, la afirmación en la vida de la Telesita, de su pasión por bailar y no tanto que la recordarán porque había muerto encendida. En la chacarera que escribí quería que estuviera la idea del fuego, pero la idea del fuego más ligada a su pasión, al latido de su corazón, que ella es leña, es buena madera, que está al lado de los que rezan, que escucha las oraciones en su pecho, que es como un instrumento que resuena con lo que le traen los que le piden cosas. Nos define perfectamente como santiagueñas. Quise rescatar desde la contemporaneidad algo que es nuestro, una tradición popular que tiene que ver con la resiliencia y con la alegría también. En tiempos difíciles, los campesinos pedían y piden bendiciones, pedían lluvias y lo hacían bailando y tomando. Y el nombre del espectáculo tiene que ver con esa lucha también. Árbol Solo es una localidad en el departamento de Quebrachos. Posicionarla como una santa que está ahí, latiendo en el monte. Es un hermoso mensaje el de la Telesita, de la pasión, de la alegría de vivir. Quiero llevar esta obra a Santiago.

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