La Justicia profundiza la investigación en Añatuya por animales mutilados

La Justicia de Añatuya acentuó la investigación, menos de una semana después de la salvaje mutilación de caballos en el paraje Vinal Esquina, y cuya responsabilidad procura determinar. La noche del 23 de octubre, previa al primer hecho denunciado, el propietario de los animales, un jornalero de apellido Bravo, según su relato en sede policial, en horas de la tarde noche soltó un caballo y una yegua, que se juntaron con los animales de los vecinos denunciados.

Al día siguiente, el jueves 24 por la mañana, Bravo salió a buscarlos, pero no los pudo encontrar. Ya en horas del mediodía los buscó de nuevo y los divisó en cercanías de la propiedad de los denunciados, a quienes acusó por la cruenta mutilación con que los halló, alguien les habían cortado la lengua a ambos animales.

Bravo señaló que los equinos no murieron por el ataque, pero su destino sería terriblemente doloroso, ya que no podrán alimentarse por sí mismos. Tras la consulta judicial de rigor, en este caso al fiscal de turno, el Dr. Guillermo Farías, dispuso labrar un acta de constatación en el lugar.

Al día siguiente, según una nueva presentación de los Bravo en la Comisaría Comunitaria Nº 41 de Añatuya, volvieron a aparecer otros dos animales con mutilaciones similares. Ese día, alrededor de las 6, Bravo fue al campo (monte abierto) en busca de sus yeguarizos, y al encontrarlos, descubre un nuevo ataque, ya que nuevamente comprueba que les habían cortado la lengua a dos de sus animales, que estaban en cercanías del domicilio de los denunciados.

Bravo afirmó que desconoce las causas de los ataques contra sus animales, aunque se supone que podría tratarse de algún inconveniente de vieja data, entre el damnificado y los denunciados. En esta segunda ocasión, solicitó que se tomen medidas en contra los denunciados, y los culpa de que "son los que siempre causan daños a los vecinos del lugar".