Tribunal absolvió a un joven termeño del brutal asesinato de su abuela: "Beneficio de la duda"
En cambio, lo condenó a un año de prisión en suspenso por "desobediencia judicial". Había violado la domiciliaria.
Un tribunal absolvió ayer a un joven por el "beneficio de la duda", en el desenlace de un juicio por el brutal asesinato de su abuela, perpetrado el 19 de septiembre del 2021 en Villa Balnearia, Río Hondo.
En fallo unánime, los vocales Daniela Campos Nittinger, Raúl Santucho y Luis Domínguez, le concedieron la libertad a Juan Ramón Sosa, quien arribó a juicio imputado por "homicidio agravado por el vínculo" y "desobediencia judicial", según criterio de la fiscal, Carla León.
La víctima
La víctima fue Albina Salvatierra, de 69 años, quien fue encontrada en su cama ya sin vida, tras ser torturada a golpes y con la calza a mitad de las piernas.
Aquella mañana, Sosa alertó a su madre dejando entrever que el silencio de su abuela quizá delataba algo grave.
Ese mismo día quedó preso su nieto, Juan Ramón Sosa, cuyos nudillos rojos (propios de golpes) alertaron a los policías. También, el que no lograse reconstruir sus últimas horas en la calle.
Para los investigadores, regían dos hipótesis dominantes: un crimen bajo los efectos del alcohol-drogas, o bien con un componente sexual.
Con el paso de los años, la Justicia concedió domiciliaria a Suárez, pero éste la habría violado y el beneficio le fue revocado de inmediato.
El debate crucial
Llegó el juicio y la Fiscalía intentó imponer el criterio del nieto homicida. Sin embargo, los expertos señalaron al cierre que no fue posible acreditar que efectivamente el joven haya segado la vida de su abuela.
En los alegatos, León instó a que Suárez fuese condenado a prisión perpetua, al sostener que las pruebas habían establecido que solo él fue el responsable de la tortura y muerte de la anciana.
Por el contrario, la defensa, a cargo de María José Ceres, quien bregó resuelta en que Suárez fuese declarado inocente, ya que a su entender no fue posible que haya matado a la mujer, ya que no se encontraba en la casa.
Después de un cuarto intermedio, el alto cuerpo develó el misterio en la víspera. Absolvió al joven por "el beneficio de la duda", pero al mismo tiempo lo condenó a un año de prisión en suspenso "por desobediencia judicial", pena que ya ha cumplido.
No trascendió si el Ministerio Público Fiscal apelará, o no, el fallo.