Política

Gremios de la AFIP rechazan la desaparición del organismo y convocan a paro

La disolución de la AFIP y la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) generan tensiones con los sindicatos, que anunciaron un plan de lucha.

Los gremios de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) rechazaron la propuesta de disolver el organismo y el despido de más de 3.000 empleados, anunciando un paro de actividades para lo que resta de la semana. Entre las medidas previstas, el Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA) convocó a un apagón informático de 10 a 12 horas, además de realizar asambleas en los lugares de trabajo. A la huelga también se sumó la Asociación de Empleados Fiscales y de Ingresos Públicos (AEFIP), el segundo sindicato en importancia dentro del organismo, junto con el gremio de los trabajadores jerárquicos.

Representantes sindicales explicaron que, aunque hay presión por parte de las bases para convocar a un paro general, por el momento las acciones serán progresivas. Esta decisión se tomó luego de una asamblea en la sede central de la Aduana, donde se reunieron los trabajadores y los dirigentes gremiales Carlos Sueiro (SUPARA) y Pablo Flores (AEFIP).

"Reiteramos nuestro absoluto repudio y rechazo a este anuncio unilateral, arbitrario e inconstitucional que afecta no solo a la clase trabajadora sino también a sus familias. Esta organización sindical llevará a cabo todas las acciones gremiales y judiciales necesarias para defender cada uno de los puestos de trabajo que están en riesgo", expresaron en un comunicado conjunto.

Asimismo, advirtieron que quienes implementen estas medidas deberán "asumir las consecuencias y responsabilidades políticas y penales" de sus acciones. En ese sentido, convocaron a un plenario nacional de delegados para el 1 de noviembre en la sede gremial del SUPARA.

El conflicto se generó tras el anuncio de Manuel Adorni, vocero del nuevo ente que reemplazará a la AFIP, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), que promete una estructura más simplificada con menores costos para los contribuyentes. La ARCA, que será liderada por Florencia Misrahi, estará dividida en dos áreas: la Dirección General Impositiva (DGI), bajo el mando de Andrés Gerardo Vázquez, y la Dirección General de Aduanas (DGA), encabezada por José Andrés Velis.

El gobierno plantea una reducción del 45% en los cargos superiores y del 31% en los inferiores, lo que, según las autoridades, incluye la salida de unos 3.000 empleados, equivalente al 15% de la planta. Los directores, cuyos sueldos rondaban los 30 millones de pesos, verán sus ingresos reducidos al nivel de un ministro nacional. Esta reestructuración ha sido motivo de preocupación para los especialistas en tributación, quienes advierten que la AFIP desempeñaba un papel clave en la recaudación y control fiscal.

A pesar de los cambios, los expertos aseguran que los contribuyentes percibirán el impacto de la reforma recién "en algunos meses".

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