Perpetua para "Guachín" Garzón por el asesinato de la estudiante Nahiara, a quien despojó de su celular
Andrea Hoyos gritó, sufrió, se desangró ante la mirada perdida del sujeto que la "amputó" por siempre. En la última palabra, él dijo "no fui yo". FALLO UNÁNIME El verdugo de la adolescente purgará, mínimo, 30 años, por ultimarla de una puñalada
"-¿Por qué mataste a mi hija, por qué? El grito desgarrador de Andrea Hoyos paralizó toda emoción en el recinto; aún más, generó perplejidad en Diego Antonio "Guachín" Garzón, "culpable" y condenado a prisión perpetua por el brutal asesinato de su hija, Nahiara Gorosito, la tarde del 6 de enero del 2022 en La Banda.
Cerca de las 12, los vocales Julio Carmelo Vidal, Daniela Campos Nittinger y Fernando Viaña (presidente) sellaron ayer el futuro inmediato de Garzón, único responsable de apuñalar a la adolescente de 18 años, mientras aguardaba el colectivo en calles 7 y 25 de Mayo del Bº El Brete.
Nahiara era estudiante de primer año de la licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) y fue asaltada por el delincuente cuando se dirigía al gimnasio.
Ambición sin límites
Los testigos declararon que "Guachín" la interceptó solo para despojarla de su celular. La jovencita se resistió y forcejearon. Fue ahí cuando el individuo le asestó una puñalada mortal. En un primer momento, la joven fue asistida por un remisero y un testigo del asalto.
Con suma inmediatez, la joven había sido conducida hasta la Departamental 5 de la Policía. Inconsciente, fue derivada hasta el Centro Integral de Salud de La Banda; de allí, la llevaron hasta el Hospital Regional en extrema gravedad.
Según el informe médico, había recibido una herida de arma blanca en el hemitórax izquierdo, entre región mamaria y axilar izquierda de 3 centímetros lineal con lesión cardíaca. En el quirófano, la paciente sufrió cuatro paros cardíacos y dejó de existir.
Con prontitud, la policía montó varios operativos. Garzón cayó detenido en una zona rural del departamento Banda. Al ser indagado, confesó el crimen.
Dos años y nueve meses después, "Guachín" enfrentó ayer al tribunal. En la sala se encontraban familiares de Nahiara; los querellantes, Franklin y Alfredo Moyano; por la Fiscalía, Cecilia Guido y Flavia Loreley Tórrez; y la defensa, a cargo de Paola Bravo.
Cuando la secretaría leyó "perpetua" todo fue emoción, ante un "homicidio calificado críminis causa", es decir que mató a Nahiara para ocultar el robo, despojo de su celular. Ni bien el presidente anunció "el fin del juicio", los gritos de Andrea lo enmudecieron todo. Su dolor, su sufrimiento muy personal, impactaron directo a la yugular de Garzón, el verdugo de su hija.
Silencio y sufrimiento de madre
Andrea es una mujer que sufre y se desangra. De sus gritos y ojos rojizos el entorno pudo advertir a una madre huérfana, quizá cargando sobre su alma los sueños rotos, silenciados, de una hija ausente, por obra del filo mortal de Garzón, un "ratero" cuya sola motivación era hacerse de algo de plata.
Entre esos dos antagonismos tan inversamente opuestos, Andrea buscó ayer algo de sosiego, pero no pudo. ¿Cuántas horas habría imaginado lo que sentiría el día que el martillo del juez fuese caído, y con él se precipitara la perpetua en la humanidad de Garzón?
Los familiares, jueces, abogados, policías y periodistas vieron a una mujer llorar y clamar por esa hija tan querida y arrancada de sus brazos solo por la ambición desmedida de una mente afiebrada.
Salió en busca de "plata", sin importarle la forma, mucho menos las consecuencias
Garzón recién se anotició que había matado a la joven el 7 de enero. Al declarar, tras su caída, manifestó que era la primera vez que salía a delinquir, pero reconoció que caminaba armado, ya que tenía en claro que para "hacerse" de dinero debía atacar a alguien, herir ¿matar?
El homicida reconoció además que en la parada del colectivo había otra mujer, que fue testigo, y que obviamente lo vio todo.
En la indagatoria, reconoció que el cuchillo secuestrado era de su propiedad, con el que había salido de su casa y se llevó puesta la vida de la adolescente.
En las audiencias, todos los protagonistas reconstruyeron la odisea de Nahiara, pero el rostro de Garzón era la fiel estampa de ¿incomprensión, cero empatía, incredulidad? Ahora, solo restan conocerse los fundamentos de la perpetua.
"La apuñalé porque no quería soltar el teléfono", dijo en 2022 y ayer: "No fui yo"
"No fui yo. Tengo tres hijas y nunca me imagino lo que le pasó a Nahiara", señaló ayer Garzón, como última palabra. Ello contrastó con su declaración de imputado, en que confesó el crimen.
En esa ocasión, dijo que "pilló" al boleo, mientras caminaba por calle 7 y avenida 25 de Mayo. Al declarar sobre el instante crucial, señaló: "Ella tenía agarrando una parte del teléfono y no quería soltarlo. Le di unos golpes, la agarré del pelo y después le di un puntazo", subrayó. Ahondó que cuando la hirió, la joven soltó el teléfono y él escapó: "Corrí 6 cuadras y me metí en la casa de mi hermana y le vendí el teléfono. Me bañé, cambié la ropa y quemé la campera".