La Banda

Monseñor Bokalic confirmó a más de 200 jóvenes en La Banda

Durante su homilía, el arzobispo de Santiago del Estero alentó a los jóvenes a ser testigos del amor de Jesús y a no temer defender sus creencias.

El arzobispo de Santiago del Estero y primado de la Argentina, monseñor Vicente Bokalic, presidió las ceremonias de confirmación de más de 200 jóvenes en la parroquia Santiago Apóstol de la ciudad de La Banda. Los actos litúrgicos se desarrollaron el pasado fin de semana, los días sábado 12 y domingo 13 de octubre, ante una gran cantidad de fieles, incluidos familiares y catequistas que acompañaron a los jóvenes en su camino de fe.

En su homilía, monseñor Bokalic se dirigió a los jóvenes destacando el valor del sacramento de la Confirmación. "Van a recibir un regalo, no es un regalo material como nos gusta, es un regalo interior en nuestro corazón y que tiene mucho valor. Esto los ayudará a seguir el camino de Jesús", expresó. El arzobispo hizo hincapié en el sacrificio de Cristo, señalando que "Él podría haber elegido otro camino; sin embargo, me amó y murió por mí. Que lindo pensar que hay alguien que nos ama al extremo y da su vida por nosotros".

Durante su prédica, también subrayó la importancia de sentir el amor de Dios en la vida diaria: "Decimos el amor de Dios ha sido derramado, no es un Dios lejano, de domingo, de algunas circunstancias, es un Dios de cada día". Asimismo, insistió en que Jesús no es una idea o un espejismo, sino una presencia real que acompaña a los creyentes.

Monseñor Bokalic aprovechó la ocasión para catequizar a los confirmados sobre el significado de este sacramento, invitándolos a ser testigos de Jesús en un mundo lleno de dificultades. "La Confirmación es decir sí Jesús, creemos en tu proyecto de amor, creemos que vos estás vivo y sos nuestro amigo y compañero", afirmó. Además, enfatizó la necesidad de no participar en actos que dañen a otros, señalando que "un confirmado no puede hacer eso; si ese chico tiene un defecto, nosotros necesitamos respetarlo, cuidarlo".

Antes de finalizar, el futuro cardenal primado alentó a los jóvenes a no tener miedo de defender sus creencias: "No tengan miedo, no tengan vergüenza, el Espíritu Santo les dará mucha alegría. Cuando son capaces de hacer estas cosas, el regalo que recibimos es la paz en nuestros corazones, esa paz es un regalo de Dios".

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