Enfermedad ocular: ¿cómo afecta la contaminación ambiental a los ojos?
Por Dr. Ricardo Passone.
El ojo es uno de los órganos más sensibles del cuerpo humano, ante la contaminación ambiental, las personas son propensas a padecer enfermedades oculares. Por ser áreas tan vulnerables, el daño producido podría resultar grave si no se previene.
No solo la luz es dañina para el ojo, también lo es la calidad del entorno ambiental. El aire, el agua y el suelo que presenten contaminantes tóxicos son perjudiciales. ¿Pero cómo saber qué factores ambientales pueden causar efectos negativos?
El primer paso es conocer cuáles son las fuentes potenciales de riesgo. Además de los agentes contaminantes usuales, la radiación ultravioleta, el cambio de temperatura, los gases tóxicos, productos químicos, el humo del tabaco, e incluso los cosméticos, merecen tu atención.
Estos pueden causar enfermedades oculares que afecten negativamente tu calidad de vida. Por ejemplo, la degeneración macular deriva en pérdida visual. Mientras que el ojo seco disminuye considerablemente tu desempeño ocular, debido a que es una afección crónica.
Enfermedades oculares ocasionadas por la contaminación
La mayoría de las personas no saben cuáles son los agentes contaminantes que se encuentran en el medio ambiente y pueden ocasionar daño a los ojos. Tampoco tienen conocimiento sobre las enfermedades oculares más comunes.
Como ves, la información es clave cuando de salud se trata. Estar al tanto de ello es fundamental a fin de prevenir de forma asertiva dichas afecciones.
Te sorprenderás de la incidencia negativa que un entorno contaminado tiene en la visión, la buena noticia es que está en tus manos marcar la diferencia. Implementar medidas preventivas es suficiente para impedir el surgimiento de algunas enfermedades oculares.
1. Ojo seco
La enfermedad del ojo seco es más común de lo que parece. Y en los últimos años se ha relacionado con factores contaminantes del ambiente. Así como también se considera un trastorno de la película lagrimal debido a la deficiencia o excesiva evaporación de las lágrimas. Es más, los expertos la califican como un síndrome de la superficie ocular que se evidencia en la película lagrimal.
Es cierto que el uso de lentes de contacto es una de las causas del ojo seco, pero ahora se sabe que el contacto con contaminantes del aire tiene los mismos efectos. Seguramente te preguntarás cuáles son los factores ambientales que influyen en la aparición y desarrollo del ojo seco. Debes saber que las partículas de materia trasladadas por el aire, el monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y azufre, figuran entre ellos.
Ante este panorama poco alentador, lo más recomendable es protegerse para evitar la aparición de enfermedades oculares. Sin embargo, esto puede resultar complicado dependiendo del entorno donde se desarrolla la rutina diaria del individuo.
2. Alergia ocular
Sufrir de ojos rojos, hinchazón de párpados, picazón desesperante y lagrimeo constante, son señales de padecer alergia ocular. Incluso, en muchos casos viene acompañada de molestias en la nariz, estornudos y goteo nasal, la alergia en los ojos es desagradable. Incluso, hay personas que prefieren evitar la exposición al medio ambiente y permanecer en su casa. El polen, los pelos de animales y el moho producto de la humedad, son los alérgenos más comunes. Por otro lado, existe un número importante de alérgenos que varían dependiendo de la temporada del año. Cuando entran en contacto con los ojos producen alergia ocular. Constantemente ocurre en la época primaveral, otoño e invierno.
Pero también es provocada por algunos productos cosméticos. Aunque pueda parecer irónico, ciertas gotas para los ojos influyen en la manifestación de los principales síntomas. Para disminuir las probabilidades de que aparezca, es importante seguir estas recomendaciones: Identificar cuáles son los alérgenos que te hacen daño; Mantenerte alejado de los alérgenos; Dejar de usar lentes de contacto en caso de que el oftalmólogo lo recomiende; Usar gotas para los ojos de acuerdo con las indicaciones médicas; Tomar antihistamínicos; y asistir a consulta oftalmológica.
Cada persona tiene características distintas. Lo mismo ocurre con la alergia ocular, ya que sus síntomas varían dependiendo de quien la padece. Por ello, es fundamental contar con el diagnóstico médico antes de recurrir a algún tipo de tratamiento.