Rupturas inteligentes: procesos que posibilitan desarmar conflictos
ANÁLISIS
Ana Laura Díaz es abogada y fundadora de "Rupturas inteligentes". Hija de santiagueños, en una entrevista con EL LIBERAL, destacó: "Entendiendo que pasa, se puede tener otra perspectiva de los conflictos, de las crisis, su generación, las escaladas y la finalización".
Sobre este abordaje añadió: "Las herramientas que se adquieren nos dan la independencia necesaria para gestionar estas situaciones por uno mismo. Cambia la forma de pensar, cambia la forma de reaccionar, cambia el tratamiento que le damos a estas situaciones porque se produce un cambio en la persona durante ese proceso".
Aseguró: "La persona se fortalece porque se ordena y comienza a tomar decisiones asumiendo la responsabilidad por las consecuencias que lo decidido implica. Los valores humanos hacen la diferencia, pues trascienden la tarea y crean un vínculo. La gente llega con un problema jurídico y su labor se dirige a verlo y analizarlo de manera integral, no solo en lo estrictamente legal", consignó.
"Desde 'Rupturas inteligentes' surge la traza de la reflexión constante y el enfoque puesto en el cliente, no en el mero expediente. Determinar qué hay detrás de ese problema, cómo encararlo juntos acompañando el proceso. Este proceso otorga las mejores herramientas que quedan en poder de la persona para afrontar los desafíos que la vida le depare en el futuro. Luego de transitar este camino juntos, la persona no será la misma porque habrá crecido en todos los sentidos", especificó.
"Hay mucha labor interdisciplinaria y para ello cuenta con una Red de Profesionales Confiables que la acompaña. Profesionales que ha consultado personalmente y que trabajan a conciencia y en forma responsable", precisó.
Un espacio de Consultoría Legal en diferentes áreas vinculares, con un enfoque innovador, donde los valores y el tránsito por nuevos procesos puedan ser sanos y enriquecedores.
LAS RUPTURAS INTELIGENTES SON POSIBLES
"Las defino como procesos que posibilitan desarmar conflictos encontrando, individualizando y despejando aquello que impide llegar a un acuerdo. La inteligencia radica en llevar a cabo el proceso adquiriendo las herramientas necesarias para gestionar los conflictos, las crisis y llegar a la mejor solución posible. La adquisición de estas herramientas permitirá hacia el futuro la autogestión", indicó.
Destacó que la confrontación "no implica una lucha en la que alguna de las posturas deba imponerse, sino compatibilizar distintas perspectivas. Aprendemos a confrontar con nuestros padres y si este proceso no tuvo lugar durante nuestro desarrollo para ser adultos, resulta difícil hacerlo en la vida diaria, porque no sabemos cómo. Pero es posible hacerlo".
Indicó que el objetivo es "aprender de lo que está pasando, para capitalizar lo ocurrido y evitar que el patrón se repita."